No utilizó expresiones como «vaciado de competencias» ni explicitó ninguna medida concreta, pero ayer al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se le entendió a la perfección: va a revisar la estructura de las diputaciones para «fortalecer» el estado autonómico --representado a su juicio por el ejecutivo valenciano-- y para evitar «duplicidades» en la administración. Una maniobra que, de culminarse, significaría alcanzar un objetivo que el socialista lleva persiguiendo desde la pasada legislatura, que no es otro que restar parcelas de poder a los gobiernos provinciales, aunque los tribunales pueden volver a frustrar sus intentos.

Lo manifestó ayer en un acto en València de la Ser. Allí, explicó que para él las diputaciones representan al «Estado centralista», y que es partidario de que cada autonomía «pueda organizarse dentro de su territorio». Asimismo, recordó que la eliminación de estas instituciones no es viable por ahora porque requiere de una reforma de la Constitución.

nueva pugna // Significará, pues, el segundo asalto de Puig las diputaciones. Y es que en el 2016, el Consell aprobó dos decretos de coordinación en Deportes y Turismo que, según denunciaron desde el gobierno provincial de Castellón, invadía sus competencias propias. Un año después, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) dio la razón al ejecutivo liderado por Javier Moliner.

El debate se abre, además, en un momento clave en la configuración de la lista socialista para la Diputación de Castellón, donde gobernarán tras 24 años de mandato del PP. Las intenciones de Puig se presumen ahora más realizables con el PSOE en las diputaciones de Castellón y Valencia, aunque la de Alicante sigue en manos del Partido Popular y, al igual que sucedió en la pasada legislatura, se presume como su principal escollo.

RELACIÓN CON OLTRA // Durante la entrevista, celebrada en el Oceanogràfic y que contó con la presencia del gobierno autonómico al completo, Puig se manifestó respecto a los posibles recelos de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, por el adelanto electoral. «Siempre hemos tenido una relación leal porque no hemos pensado en nosotros mismos», manifestó.

También reconoció que habrá discrepancias en el seno del Gobierno, como también las hay en los «gobiernos monocolores», pero cree que de lo que se trata es de saber gestionar la diversidad que han votado los electores, y «buscar soluciones a los problemas y no problemas que al final generan más problemas». Asimismo, el jefe del Consell defendió el «mestizaje», por haber sido «una fórmula de éxito».

Respecto a si se plantea volver a presentarse al cargo, indicó que en estos momentos no tiene una decisión tomada pues está empezado una legislatura «apasionante y cuatro años es un espacio interminable en política».