El president de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, aseguró ayer con contundencia que la administración autonómica adoptará medidas «todavía más restrictivas» en el ámbito de su competencia autonómica «si es necesario» y «desde el convencimiento de que no hay disyuntiva entre salud y economía ni medidas neutras ni inocuas».

Además, en su comparecencia, calificó de extremo» un confinamiento «prolongado en casa» porque tendría «graves efectos secundarios» y «solo podría decretarlo el Gobierno», que «en este momento lo descarta».

Puig calificó de la situación actual como «muy difícil», en un momento de «gran desgaste anímico, de enormes sacrificios y de preocupación colectiva». «Estamos ante una tercera ola de la pandemia que nos obliga a dar tres respuestas de manera inmediata: protegernos mejor del virus, acelerar la vacunación e intensificar la ayuda a los más afectados», manifestó.

El jefe del Consell advirtió que la Comunitat Valenciana «tiene ocupadas siete de cada diez camas de hospital» y admitió la situación de «estrés hospitalario».

Aunque avanzó que «vienen días muy duros», remarcó que la atención sanitaria en la Comunitat «estará garantizada, tanto para los enfermos covid como para las personas con patologías que no pueden esperar». «Y será, sobre todo, gracias al inmenso trabajo de médicos, enfermeras, Salud Pública y todo el conjunto de la comunidad sanitaria», dijo, Puig tras remarcar que las tres provincias valencianas «ya están en una situación de semiconfinamiento».

Por otra parte, Puig anunció que hoy presentará un «importante» plan de choque con ayudas económicas destinadas a los sectores «más perjudicados» por las restricciones, una planificación «consensuada con los agentes sociales» y que será el instrumento económico «más potente hasta la fecha» para mantener el empleo y la actividad de las empresas más afectadas. «El objetivo está claro: ayudar a que estas empresas y autónomos puedan resistir, en este difícil paréntesis, mientras la vacunación avanza y sus negocios recuperan normalidad», manifestó.

Por su parte, la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, instó a Puig a «tomar medidas» ante la pandemia del covid-19 y lamentó que su discurso «muestra que no es consciente de la realidad», porque la Comunitat «está desbordada y la sanidad, saturada».