«No podemos dar a los pacientes cuidados de calidad porque estamos sobrepasados de trabajo. El hospital está totalmente desbordado con pacientes que esperan hasta dos días en urgencias para tener una habitación». El relato de una enfermera de Cullera que trabaja en el Hospital de la Ribera sobre la presión que vive el centro por el repunte de contagios por coronavirus lleva camino de convertirse en viral tras haber sido compartido más de 1.500 veces en poco más de 24 horas.

«Estamos viviendo lo que los madrileños vivieron en marzo (...) Todos echamos de menos nuestra vida, yo la primera; me he separado casi totalmente de mi vida social... os pido que hagáis lo mismo; no esperéis a que los políticos os prohíban hacer cosas, prohibíroslas vosotros mismos», señala Andrea Narbona en un llamamiento a la sociedad que completa con un «los sanitarios necesitamos de vuestra ayuda, necesitamos que os quedéis en casa, que os apartéis de toda la vida social prescindible, ya no solo por la Covid-19, si no porque si tenéis otra patología vital igual no os podemos atender como toca. Ayudadnos a ayudaros».

Narbona trabaja como enfermera en una planta covid de Alzira desde principios de marzo de 2020. Relata que la primera ola del coronavirus fue dura «porque no sabíamos a qué nos enfrentábamos, pero estábamos frescos física y mentalmente». «Con nuestra segunda ola -que sitúa en el puente de octubre- empezamos a sufrir mucho, llevábamos ya siete meses sin descanso de pacientes covid, empezábamos a tener compañeros que daban positivo y los pacientes llegaban en peor estado y cada vez más jóvenes. De repente llegó la tercera ola o tsunami -sitúa el inicio a finales de diciembre- y vivimos lo que los madrileños vivían en marzo», resume.

Andrea Narbona relata que la multiplicación de casos está obligando a atender a pacientes críticos en planta, «estamos decidiendo quien va a la UCI y quien no, porque no hay camas de UCI para todos» o que «la gente se está muriendo totalmente sola». Por otra parte, señala que la media de edad de los pacientes ingresados por covid ha bajado mucho y que, además, los enfermos «están mal, muy mal». «Tenemos la plantilla bajo mínimos porque no hay personal para cubrir nuestras bajas. Con todo, intentamos cuidar a nuestros enfermos lo mejor que podemos con los recursos que tenemos, intentamos ser lo más agradables y simpáticos que la situación nos permite».