No es una especie invasora ni mortal, pero sí peligrosa porque cualquier sustrato que esté mojado es el hábitat idóneo para la mosca negra. Su ciclo vital está ligado al agua, lo que le lleva a elegir las orillas de los ríos como hogar. Está en el río Millars, en la Safor, en la Ribera. La mosca negra (Simulium erytrocephalum) ya forma parte de la biodiversidad de la Comunitat Valenciana y su picadura puede ser especialmente intensa.

Se alimentan de sangre de mamíferos: pican tanto a personas como a animales. Hay algunas capaces de picar a huéspedes distintos y otras, muy específicas, que pican solo al hombre. Estas últimas desde hace varios años han incrementado, pero la reciente ola de calor todavía ha aumentado más la plaga según ha alertado en un comunicado la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla), aunque también hay expertos que lo atribuyen a la pérdida de ganado en las riberas.

La mosca negra es discreta. No pica sino que «muerde en forma de sierra». Inocula con su mordedura una pequeña dosis de anestésico que le permite morder sin que el individuo afectado se percate, y es su saliva, tóxica, la que puede provocar cuadros de alergia e hinchazón en la zona afectada. Finalmente, lo que aparece en la piel, señala la Anecpla, es una roncha con un punto rojo en el centro que puede sangrar, y una hinchazón de la zona afectada que puede durar hasta un mes.

Su mordedura puede no ser inocua y dar lugar a «infecciones y reacciones alérgicas» que, en algunos casos, según la Anecpla pueden requerir «hospitalización». En ese sentido, el catedrático en Entomología y control de plagas de la Universitat de València (UV), Ricardo Jimenez Peydró, autor de varios estudios subvencionados por la Dirección General de Salud Pública, alerta de que si bien en la Comunitat hay numerosas moscas negras que pican solo al ganado también hay «un número considerable de esta especie de insectos dípteros que pican solo al hombre», provocando una respuesta impredecible: depende del sistema inmunitario, señala Jimenez Peydró, que en cada persona es diferente.

De mayo a octubre

Sin embargo, el catedrático en Entomología asegura haber visto algunas «picaduras tremendas», personas «con brazos que, debido a la inflamación de la picadura, no se distinguía el codo de la muñeca». Así, afirma que cuando más mordeduras se producen es entre los meses de mayo a octubrey las zonas con mayor registro de «picaduras importantes» están en la zona de la Ribera y la Safor, tanto a animales como a la población humana.

Autóctona de los ecosistemas ibéricos, el primer caso de picaduras a humanos en la Comunitat Valenciana, explica Jimenez Peydró, data de 1994 en el municipio de La Vila Joiosa, en la zona de desague del embalse de Amadorio. La proliferación de esta especie puede deberse a diversos factores. Algunos señalan las altas temperaturas, que en la costa esta semana no han bajado de los 25 grados.

El director general de la Anecpla, Jorge Galván, asegura que el calor es un factor determinante para que se produzca este pico en la plaga de mosca negra, a pesar de que, el ciclo de vida de estos insectos se reduzca a la mitad con el aumento de las temperaturas. Otro de los motivos del incremento de la plaga podría ser la inadecuada limpieza de los cauces de los ríos, producto del confinamiento, según señalan diversos medios de comunicación en las zonas afectadas.

Opinión de expertos

El catedrático Jiménez Peydró, en cambio, cree que el aumento de picaduras de esta especie es, principalmente, «una consecuencia de la pérdida de ganado de las zonas de la Comunitat y la búsqueda, por parte de las moscas negras, de huéspedes alternativos sobre los que alimentarse».

Prevención. Vestir con ropa larga y clara, no pasar mucho tiempo en ríos o embalses, instalar mosquiteras en el hogar o utilizar repelentes de insectos voladores son algunas de las formas de evitar que la saliva tóxica de la mosca negra se introduzca en el organismo. Los síntomas son un dolor agudo en la zona afectada y un punto central rojo y sangrante, con una inflamación de la zona afectada y picor. Tratamiento. Se debe limpiar y desinfectar la zona atacada con un antiséptico, aplicar frío y, sobre todo, no rascarse: solo empeorará.