Dicen que bien está lo que bien acaba y a esa frase se acogían este domingo en el PSPV tras cerrar su 14 congreso. No solo por la unidad lograda tras las tensiones del sábado, sino porque el cónclave terminó con Pedro Sánchez asumiendo el discurso de los socialistas valencianos en dos asuntos apuntados en el decálogo de acción de Puig para su tercer mandato: financiación autonómica y desconcentración de sedes del Estado.

Hubo que esperar al final de la intervención del presidente del Gobierno para que apareciera en su boca la palabra financiación y algún tipo de compromiso hacia la Comunitat Valenciana. No lo hubo en el 40 congreso federal del PSOE en València y el transcurrir del minutero hacía sospechar que un asunto tan farragoso como el de la financiación tampoco haría su aparición en el Gran Hotel Bali de Benidorm. Sin embargo... 

Así, como esos goles que se celebran doble en el descuento, los delegados y asistentes del PSPV aplaudieron que Sánchez no solo se lanzase a que su Ejecutivo se haga cargo de la «negociación y aprobación» de la reforma de la financiación autonómica, sino a que se comprometa a «garantizar a la Comunitat Valenciana todos los recursos necesarios» hasta que esta llegue. Sea cuando sea. 

Esta segunda parte, la del parche económico para gestionar el ‘mientras tanto’ (la tapa del modelo tiene inscrito el 2014 como año de caducidad), fue casi más celebrada que la asunción de que el reparto de fondos a las comunidades ha de ser cambiado. Para esa modificación se necesita un gran acuerdo con el PP difícil de lograr, pero para que las arcas valencianas reciban extras de liquidez desde el Estado la acción fundamental recae sobre la voluntad del Gobierno central. El problema es que ese dinero extra llega vía créditos que elevan la losa de la deuda de la Comunitat Valenciana.

Previamente, Ximo Puig valoró el envío de recursos por parte del Ministerio de Hacienda durante la pandemia: «No es lo mismo la infrafinanciación a la que nos sometió el Gobierno de Aznar en su momento que el apoyo que hemos tenido durante la pandemia para financiar los servicios públicos». 

El líder del PSPV aseguró que, por ese apoyo, el cambio del modelo de financiación «ya está en marcha de facto», aunque incidió en que a lo que ambiciona es a que «se cristalice en un nuevo sistema que garantice la igualdad de españoles y la singularidad de territorios ante el Estado de bienestar». En primera fila, su homólogo en el PSOE parecía tomar nota para su discurso de después. El compromiso aterrizó en el plenario con cerca de 1.300 personas a seis días de la manifestación por la financiación del próximo sábado, a la que el jefe del Consell aseguró que irá.

No obstante, el compromiso de Sánchez con la reforma de la financiación y el de los fondos extra fue sin plazo, sin la especificidad de otros anuncios, como los 660 millones para la educación infantil gratuita de 0 a 3 años, y en la línea de su mención a que tanto la salud mental como la bucodental han de formar parte de la «atención universal». 

Las palabras del presidente del Gobierno, su «por supuesto que la Comunitat Valenciana tendrá los recursos suficientes para garantizar la estabilidad de sus ciudadanos» hasta que se cambie el modelo, fueron, además, una semana después de que los líderes territoriales del PSOE se reunieran en Ferraz para hablar de la reforma de la financiación con posiciones muy distintas entre sí. 

Aquel encuentro salió sin un acuerdo concreto, con palabras vagas más allá de las llamadas a negociar con las autonomías del PP y la necesidad de «equidad» y «autosuficiencia», pero con el apoyo en privado de la ministra de Hacienda hacia la situación valenciana, según fuentes del entorno de Puig. 

El nuevo 'Data Space'

Pero no fue la única acción de gobierno a la que se comprometió Sánchez que coincide con las tesis planteadas desde el PSPV. El líder del ejecutivo central anunció la puesta en marcha de la plataforma inteligente de destinos turístico de España y que esta tendrá su sede en Benidorm tras reunirse con empresarios del sector en la localidad. Esto supone un paso adelante por la vía de los hechos en la llamada desconcentración de sedes de la Administración del Estado para que no todos los organismos estén en Madrid. 

La ubicación de entidades estatales más allá de los límites de la capital es una de las reivindicaciones defendidas por el president de la Generalitat. De hecho, durante la última feria internacional del turismo en Londres le pidió a la ministra de Industria, Reyes Maroto, que este centro de datos se instalara en Benidorm. La diferencia, sin embargo, es que desde el Palau sostienen que esta desconcentración de sedes pueda ser de todo tipo de organismos de la Administración central (como Puertos del Estado o el Tribunal Constitucional) mientras que la apuesta del Gobierno es por emprender este camino solo con instituciones de nueva creación.

La petición se ha concretado ya con un centro de datos de la Seguridad Social en Soria, que se anunció en febrero de 2021, y se complementa con el que desgranó ayer Sánchez y que tendrá en las instalaciones del Invattur (propiedad de la Generalitat) las raíces del nuevo Data Space. Este será el primero desde que se agitó el debate de la desconcentración de sedes de Madrid, un asunto que ha tenido a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y al jefe del Consell, Ximo Puig, como principales exponentes de las dos posturas: ella radicalmente en contra; él, totalmente a favor. 

Más allá de los anuncios, y como es habitual en acontecimientos de este tipo, el líder estatal se deshizo en elogios hacia Puig, con quien hoy mantiene una relación de estrecha confianza siendo uno de los representantes territoriales del partido más cercanos. Así, defendió la «vía valenciana» y reivindicó que la acción de Puig al frente de la Generalitat ha sido «un modelo de respuesta» por la que hoy la Comunitat Valenciana está «en mejor condición que nunca para relanzar el empleo, el crecimiento y mirar al futuro».