En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y apenas unas horas antes de las manifestaciones convocadas en las principales ciudades, la violencia machista se convirtió ayer en arma arrojadiza de la oposición contra el Consell.

Con peticiones de dimisión de la vicepresidenta, Mónica Oltra, por el caso de la menor tutelada que acabó en condena a su exmarido; por el propio concepto de feminismo que enfrenta a derecha e izquierda o por la última batalla abierta, también dentro del tripartito, por incorporar la violencia obstétrica a la ley de violencia de género, las distintas formas de maltrato a mujeres coparon una sesión repleta de interrupciones. 

Justo en el día en que el Gobierno alcanzaba un acuerdo para renovar el pacto de estado con todos los grupos excepto Vox (que reniega de la existencia de la violencia machista) y cuando el pacto valenciano, pendiente de renovar, también obliga al consenso y a alejar este debate de la arena política, este asunto no dejó de enfrentar a los partidos en las Corts.  

PP y Ciudadanos buscan el foco

Así, PP y Ciudadanos pugnaron por atraerse los flashes. Los diputados de Cs exhibieron camisetas con la imagen de Mónica Oltra y la leyenda «Oltra vete ya». La formación liberal ya promovió hace unas semanas la reprobación de la vicepresidenta en las Corts, pero ayer dijo que iba a usar el mismo lenguaje que Oltra, que en los tiempos del PP popularizó las camisetas reivindicativas. Recordada es la que dedicó al expresidente Francisco Camps también en una sesión de control en 2008. 

Desde el entorno de Oltra aseguran que la derecha la ataca porque ella es un referente del feminismo y de la lucha contra todo tipo de violencias contra la mujer. Precisamente Oltra salió en defensa de la enmienda del Botànic sobre la violencia obstétrica. «No es un invento y está catalogado por la OMS frente a la derecha que hace una cacería (...) entre bruja e inquisidor, me quedo con las brujas», reiteró, el día en que el PP volvió a usar el término «aquelarre».

«Mucha pancarta y mucho titular, pero su feminismo es excluyente e hipócrita», dijo la síndica de Cs, Ruth Merino, al jefe del Consell después de que su partido se sumara al rechazo de toda la derecha penalizar la violencia obstétrica. Pese a ese discurso el grupo al que Cs está adscrito en el parlamento europeo apoyó en junio una resolución secundada en un parlamento donde la derecha es mayoritaria, en la que se instaba a los diferentes estados a trabajar contra la violencia obstétrica con PP y Vox en contra.

Tipos reducidos ya regulados

Mientras, el PP anunció ayer a través de su líder, Carlos Mazón, incentivos fiscales para las víctimas de violencia de género que, según la Conselleria de Hacienda, están regulados desde el año pasado.  

La síndica, María José Catalá, anunció, además, una iniciativa para impedir que se incluya la violencia obstétrica contra la mujer en la ley de violencia de género como ha propuesto el Botànic.

Catalá aseguró que Puig es rehén del feminismo radical y lamentó que el jefe del Consell no dijera una sola palabra sobre menores o la violencia obstétrica.

Además, el grupo parlamentario del PP en el Congreso ha registrado una petición de comisión de investigación sobre los casos de presunta explotación sexual y los abusos a menores en Baleares y la Comunitat Valenciana. 

Puig llamó a no dar pasos atrás justo en el día contra la violencia machista porque se ha avanzado mucho, pese a las 139 valencianas asesinadas desde 2003.

Y la síndica de Unides Podem, Pilar Lima, coincidió con Oltra en defender la existencia de violencia obstétrica. Lima cree que siempre que hay avances feministas se producen resistencias por lo que pidió combatir el negacionismo con la inclusión en las aulas de la enseñanza afectivo-sexual.