«Cristina era luz y alegría, cuando entraba lo iluminaba todo con su sonrisa», «se nos ha ido el ángel de la oficina», «transmitía y contagiaba felicidad allí donde iba». Así describen amigas y compañeros de trabajo el espíritu alegre y vital de la joven de 30 años a la que la lacra de la violencia machista arrebató la vida en la madrugada del pasado viernes, tras ser presuntamente asesinada a cuchilladas en un ático de la calle Conde de Altea de València por su compañero sentimental, Alberto L. H., un abogado y profesor asociado de Derecho y Criminología de 35 años con el que llevaba menos de tres meses de relación.  

Para sus más allegados la noticia de su asesinato a manos de la persona con la que iba a iniciar una vida en común ha sido un shock. «Yo misma le dije que me gustaba ese chico para ella porque la veía muy feliz con él», se lamentaba una amiga, a quien Cristina le confesó un día antes del crimen que se iba a ir a vivir con su novio, «porque casi paso más tiempo en su casa que en la mía», le argumentó.

Pero el hecho de que ninguna persona de su entorno hubiera detectado indicios de violencia machista por parte del presunto asesino —«no era el típico novio controlador», apuntan— o que de puertas para fuera de la relación estos tres meses que llevaban juntos pudieran parecer que habían sido perfectos, no quiere decir que detrás del abogado hubiera un lado oscuro y violento que dejó salir, quizás en la primera discusión real entre ellos.

Uno de los móviles que se barajan es que la joven hubiera decidido poner punto y final a la relación de repente al descubrir algo sobre la personalidad o adicciones de su compañero, quien estaba totalmente arruinado, o que hubiera detectado que a éste le movía un interés económico en su relación. «Era una mujer muy independiente y liberal, estoy seguro que si se dio cuenta de que iba tras ella por su dinero, habría cortado enseguida», indica un compañero de trabajo de la víctima.

Mientras que al presunto asesino le acuciaban las deudas, y desde 2019 no podía disponer de su patrimonio por un concurso de acreedores, Cristina era una joven altamente cualificada, de buena familia y con un futuro prometedor. Estaba graduada en Administración y Dirección de Empresas (ADE) y Derecho, con idiomas —inglés, francés y alemán— y con varios másteres en alta dirección y comercio internacional.

Por el contrario, el detenido, para el que la jueza ya acordó el lunes el ingreso en prisión provisional, había tenido problemas en alguno de sus puestos de trabajo. De hecho, en un conocido bufete de abogados de València apenas llegó a trabajar seis meses porque, según aseguran excompañeros, «no rendía, parecía que iba todo el día medicado».

El carácter apocado del presunto asesino también era el lado opuesto de su víctima. «Cristina era muy abierta, hablaba con todo el mundo y en las fiestas era la que llevaba la voz cantante», recuerdan sus compañeros de la consultora inmobiliaria y financiera en la que llevaba trabajando en el departamento de ventas. «Nada más entrar a trabajar se ganó a todo el mundo», añaden.

A las 12.00 horas de esta martes sus compañeros de trabajo guardaron un minuto de silencio en la calle Mossén Femades de València para condenar su crimen y todo acto de violencia machista. «Cristina no está pero su lucha seguirá», rezaba uno de los mensajes que portaban sus compañeras. 

«Se nos ha ido un ángel en la oficina», lamentaba sin poder contener las lágrimas Carlos Montes, director de ventas y jefe directo de la fallecida. Al minuto de silencio se sumaron todas las oficinas de las cinco empresas que forman el Grupo aFinance.

A este acto se sumará este jueves otra concentración que han convocado los amigos de Cristina en la plaza del Ayuntamiento de València. Se guardará un minuto de silencio a las 12.00 horas para «honrar a Cristina y respetar a la familia». «Pedimos a todos los valencianos que se unan a nosotros por ella y por todas las mujeres. Que se haga justicia», han difundido a través de redes sociales. Así, invitan a que la gente acudan con una rosa blanca en recuerdo de la joven. «Que este silencio sea el mayor ruido, por Cris, por todas».

ANTE LA VIOLENCIA MACHISTA, 016

El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia de género las 24 horas del día, todos los días del año. En este teléfono encontrarás la ayuda de especialistas en múltiples idiomas. Si tú o alguien que conoces es víctima de agresiones físicas o psicológicas llama, el número no se queda registrado en la factura telefónica.

En caso de necesitar ayuda urgente, en el 112 los equipos de Emergencias te auxiliarán con rapidez.