El síndic del PSPV en las Corts, Manolo Mata, dejará su escaño el próximo viernes. Lo anunció ayer, a quienes le preguntaron, antes del acto institucional de la Cámara por el 25 d’Abril, que estuvo marcado por la decisión de uno de los protagonistas de la política valenciana desde 2015.

Mata dijo que lo tenía claro desde el martes, cuando se levantó el secreto del sumario del caso Azud. Mata es el abogado defensor del principal cabecilla de la trama, Jaime Febrer. Lo que se ha ido destapando desde entonces son investigaciones policiales que, a partir de una red de comisiones con personas del PP del entorno directo de la exalcaldesa de València Rita Barberà, señalarían también a personas y cargos vinculados a PSPV (y Bloc también) en varias ciudades en el entorno de 2007. «Sabía que tenía que optar. O defensa o escaño», dijo ayer.

Lo tenía claro, pero no pudo hablar con el presidente de la Generalitat y líder del PSPV, Ximo Puig, hasta el viernes por la tarde. Antes ya había dejado caer la bomba («me voy») a sus colaboradores en Corts y a algunos altos cargos. Incluso después de sentarse con Puig existía la convicción en la mayoría de poder reconducir la decisión. Al menos, retrasarla. Pero Mata tenía que aparecer ayer en las Corts y sabía que tenía que decir algo. Optó por la calle de en medio, aclarar a cualquiera que le preguntara que se iba, ante la sorpresa de casi todos. Ya no había vuelta atrás.

La situación de Mata era incómoda para los socialistas. Lo reconocían en privado sus dirigentes. Lo ideal hubiera sido que Mata no hubiera aceptado nunca la defensa de Febrer. Pero ya estaba hecho. Así que ahora había tres opciones: continuar con la doble actividad, dando pie a comentarios de que su misión era controlar la información del PSOE que pueda manejar Febrer, o dejar una de las dos. Mata ha optado por lo que ha sido siempre (abogado) y renunciar a lo accidental (diputado). Se mantendrá como número dos del partido, vicesecretario general. «Ser socialista y abogado no es incompatible. El partido nunca lo dejaré», ironizó.

Puig pierde a su principal activo en las Corts, pero los socialistas ganan argumentos frente a PP y Compromís. Jorge Bellver (vicepresidente de la Cámara por los populares) y Mónica Oltra (vicepresidenta del Consell por la coalición valencianista) están pendientes de que el TSJ resuelva la petición de imputación de ambos por distintos casos: Bellver, por Azud, y Oltra, por el caso sobre la actuación de su conselleria con la menor tutelada que sufrió abusos del exmarido de la política. Tanto PP como Compromís rechazan que se tengan que apartar. Mata ha tomado ahora la decisión al estar involucrado como defensor.

«Era como si fuera un pato cojo. Callar sobre este tema perjudicaba a mi partido», admitió. Añadió que no quiso continuar como síndic en 2019, «pero las circunstancias lo llevaron». La decisión es «una liberación personal». «Estoy feliz porque esto es muy duro, siempre en el ojo del huracán y sin horas». Y así, se fue.