El Ministerio de Sanidad ha comunicado este sábado la segunda muerte en España por la viruela del mono, enfermedad que suma ya 4.298 casos confirmados en España, según los datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE). En ambos casos se trata de dos varones jóvenes, según han notificado las comunidades autónomas al Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES).

Por otro lado, la Conselleria de Sanidad precisó este viernes el primer fallecido registrado en la Comunitat Valenciana. Esta muerte se ha producido por encefalitis asociada a la infección y se analiza el caso para determinar la confirmación definitiva de la causa del fallecimiento. A continuación, te contamos los síntomas de esta enfermedad.

Los síntomas de viruela símica o viruela del mono

"La viruela símica o viruela del mono es una enfermedad rara causada por infección por el virus de la viruela símica o viruela del mono", explica El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Este virus es parte de la misma familia que los virus de la viruela. Los síntomas de viruela símica o viruela del mono son similares a los de la viruela, no obstante, hay que tener en cuenta que son más leves; y la viruela símica o viruela del mono rara vez es mortal. Además, no está relacionada con la varicela, tal y como comunica la CDC.

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Los síntomas de viruela símica o viruela del mono pueden incluir:

  • Dolor de cabeza
  • Fiebre
  • Dolores musculares y de la espalda
  • Inflamación de los ganglios linfáticos
  • Escalofríos
  • Agotamiento
  • Síntomas respiratorios (ya sea dolor de garganta, tos...)
  • Un sarpullido que puede percibirse como granos o ampollas que surgen en la cara, en el interior de la boca y en otras partes del cuerpo, como las manos, los pies, el pecho, los genitales o el ano
  • El sarpullido pasa por diversas fases antes de sanar completamente. La enfermedad tiene una duración estimada generalmente de 2 a 4 semanas. A veces, primeramente las personas presentan un sarpullido, seguido de otros síntomas. Otras personas, en cambio, únicamente sienten un sarpullido