El PP ha encontrado en Ximo Puig y su reforma fiscal un ariete contra el Gobierno de España y Pedro Sánchez. La anunciada bajada de impuestos en el IRPF para las rentas menores de 60.000 euros son el caballo de Troya que están utilizando los de Feijóo para intentar abrir una brecha en el Ejecutivo estatal. "Pregúntele al señor Ximo Puig", le ha replicado este miércoles en el Congreso el diputado 'popular' Carlos Rojas cuando debatía con la ministra de Economía, Nadia Calviño, sobre una posible bajada de impuestos que Calviño calificó de "irresponsable".

La propuesta de Puig ha agitado el tablero político estatal. No es extraño que en la política valenciana, especialmente con asuntos como la infrafinanciación o la baja ejecución de las inversiones, que Pedro Sánchez se convierta en un reproche de la oposición hacia Puig. Sin embargo, es más raro que sea el jefe del Consell el que se convierta en un problema para el presidente del Gobierno. "Que no descalifiquen al PP por cosas que están haciendo sus gobiernos autonómicos", le reprochó el martes el líder del PP a Sánchez.

El PP ha lanzado una ofensiva fiscal y la propuesta de Puig en la Comunitat Valenciana es un filón al que agarrarse y usar para darse impulso en el debate estatal. El asunto escuece en el Gobierno central. Asumir el marco de "bajada de impuestos" desde el arco progresista es "perder anticipadamente" y "no es coherente con ningún programa de izquierdas", ha dicho el ministro de Consumo y máximo responsable de Izquierda Unida, Alberto Garzón.

También marcaron distancia durante la jornada del martes la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez. Este miércoles, en el Congreso, aunque sin referencias directas hacia la reforma de Puig, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha rechazado la "destructiva" e "irresponsable" propuesta fiscal del Partido Popular y ha considerado que su única intención con ella es "recortar el Estado de bienestar".

Sí que se ha referido directamente a ella el líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa, quien pese a señalar que la propuesta de Puig es "diferente a lo que han hecho otros presidentes autonómicos porque no propone rebajar la fiscalidad a personas ricas", ha indicado que no es momento de "entrar en una batalla territorial" por bajar impuestos y que aquellos dirigentes que "formamos parte de la línea socialdemócrata" lo que han de hacer es "garantizar los recursos para el Estado del Bienestar".

Diferente análisis hacen desde el Ejecutivo autonómico. La consellera de Medio Ambiente, Mireia Mollà, de Compromís, ha rechazado que la propuesta lanzada el martes en el Debate de Política General forme parte de la "carrera por bajar impuestos" y ha defendido que se trata de una medida para "paliar los costes de la vida". También la ha defendido el principal autor de la propuesta, el conseller de Hacienda, Arcadi España, quien ha insistido ante las posibles quejas del Gobierno central: "Nuestra reforma fiscal es progresista y progresiva".