El Periódico Mediterráneo

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El ultimátum europeo hace inviable un acuerdo del Botànic en renovables

El temor a responsabilidades patrimoniales en el Consell por el retraso lleva al PSPV a separarse de sus socios que le recuerdan que hay un pacto

La emergencia energética obliga a acelerar los proyectos de instalación de renovables. Pilar Cortes

La discrepancia en el seno del Botànic sobre la fórmula para acelerar la implantación de las renovables es sustancial y no tiene vuelta atrás. El PSPV se ha desmarcado de las peticiones de sus socios, Compromís y Unides Podem, a la ley de medidas fiscales y las enmiendas que ambas formaciones han presentado para dotar de más poder de decisión a los ayuntamientos así como la creación de una agencia pública de Energía parecen abocadas a decaer en el trámite parlamentario por falta de apoyos.

En la decisión de los socialistas de romper con sus socios han pesado dos claves, una el ultimátum de la Unión Europea que señala finales de enero como el plazo para cerrar el proceso de aceptación de los proyectos de renovables y segundo la preocupación por las posibles responsabilidades legales de la Generalitat frente a los promotores en caso de incumplimiento lo que podría acarrear algún tipo de obligación económica o indemnización.

Por contra los socios ponen el foco en que existe un acuerdo de mayo de este año e incluso el propio pacto del Botànic recoge en su eje número uno el desarrollo de una agencia valenciana de Energía como herramienta para el impulso de la producción y distribución de energía renovable que permita la creación de un organismo con capacidad para la generación energética. 

Los socios añaden que son los socialistas los que presentan enmiendas en solitario frente al Botànic ya que Unides Podem y Compromís plantean conjuntas la mayoría de las que afectan a la instalación de fotovoltaicas.

Los socialistas están convencido de que rechazar las enmiendas de sus socios es el camino correcto por la situación que se ha generado y la necesidad de agilizar la implantación tras la emergencia energética como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania

Cerrar los expedientes

Así, como este viernes informó este diario, el mensaje que ha trasladado el jefe del Consell, Ximo Puig, a las tres conselleries implicadas en la gestión de las renovables, Economía, Territorio y Transición Ecológica, es la necesidad de cerrar todos los expedientes posibles antes de final de enero. Pero los socios prefieren ir con más calma porque sostienen que está en juego el territorio para muchos años y las instalaciones no se pueden dejar en manos de multinacionales, por lo que los ayuntamientos tienen que tener herramientas suficientes para dar una respuesta ordenada al aluvión de proyectos. 

Así, la gestión de las renovables es uno de los asuntos espinosos del tramo final de la legislatura sobre los que ya no parece posible el acuerdo entre los socios. Desde el PSPV se traslada que no hay ninguna posibilidad de que se puedan aceptar las enmiendas de Compromís y Unides Podem.

Incluso plantean que se trata de demandas más de consumo interno, para contentar a sus bases en el contexto de la cercanía de las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023.

Dilatar el procedimiento

Así consideran que aceptar estas enmiendas tendría como resultado que se dilataran la mayoría de los procedimientos en marcha que se pretenden agilizar.

Es tal la necesidad de avanzar en la aprobación de los proyectos que la consellera de Territorio, Rebeca Torró, llegó a plantearse la posibilidad de asumir directamente las competencias para desatascar el embudo que se ha creado en su conselleria en el área de Paisaje que está en manos de Més, el principal partido de Compromís. Sin embargo, la destitución fulminante de la consellera de Medio Ambiente, Mireia Mollà, precisamente después de que señalara a este departamento como uno de los que impedían agilizar los proyectos, hizo frenar los cambios en Territorio.

La realidad es que la Comunitat Valenciana es uno de los territorios con una menor implantación de energías verdes en España junto a Cataluña y ello se convierte en la gran asignatura pendiente para el Botànic. 

Pero las enmiendas de Compromís y Unides Podem tienen el denominador común de la necesidad de pensar bien estos proyectos y de hacerlo con calma.

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