La legislatura se acaba y el Botànic trata de extraer el máximo jugo posible a su acción política. Al decreto, dos leyes y toma en consideración de otra ley en las Corts en el pleno de esta semana se sumó este viernes la aprobación del Consell a dos anteproyectos: el de la Ley de Barrios y el de la Ley de Fomento de la Cultura de la Paz, dos medidas que se añaden a la lista de deseos legislativos del Ejecutivo antes de los comicios.
La voluntad y la realidad son dos caminos que no siempre se encuentran. Y en el caso del Ejecutivo autonómico el principal problema es el tiempo. La cita con las urnas está prevista para el 28 de mayo (salvo adelanto), pero las Corts cerrarán antes: a principios de abril, lo que haría decaer cualquier ley sin aprobar. Los tiempos se reducen todavía más si se observan las fechas hábiles. De aquí a final de año la actividad parlamentaria pasará a estar copada por los presupuestos. Después llegará enero, mes inhábil en las Corts. Tras este quedarán solo febrero y marzo.
Con estos tiempos no es aventurado afirmar que los dos anteproyectos aprobados este viernes tengan difícil su entrada en vigor esta legislatura. El recorrido burocrático que les queda es amplio. Consell Jurídic Consultiu, Abogacía de la Generalitat y Comité Económico Social antes de volver a la mesa del Gobierno valenciano y que este lo apruebe y remita a la cámara con su trámite habitual: toma en consideración, comisión, enmiendas y votación en el pleno.
El problema es que las normas aprobadas no son las únicas en el cola de espera burocrática. La propia Rosa Pérez Garijo, impulsora de la Ley de Fomento de la Cultura de Paz, cuenta con otra pendiente aunque ya remitida al parlamento valenciano, la Ley de Participación. «Esperamos que todas puedan ser aprobadas, cuando una ley llega a las Corts viene de un trabajo de mucho tiempo», dijo ayer entre la resignación y la esperanza. También esperan en las Corts remitidas por el Ejecutivo valenciano la ley para crear la Agencia de Cambio Climático y la de Bienestar Animal. A estas se suman otras propuestas legislativas impulsadas por los grupos como la ley de viviendas colaborativas.
Pero no todas las leyes que quiere impulsar el Consell esperan en el trámite parlamentario. Hay otras que todavía dan sus primeros pasos como anteproyecto. Entre estas están algunas destacadas como la Ley de Despoblación, cuyo anteproyecto se aprobó en septiembre. También están otras menos sonadas como la de Accesibilidad Universal o la de Protección Lumínica.
Y a estas se añaden otras que ni siquiera han pasado este primer trámite pese a estar listas. Es el caso de la Ley de regulación de la actividad de los grandes tenedores y del acoso inmobiliario, una de las medidas estrella del departamento que dirige Héctor Illueca, y que, no obstante, acelerará su proceso al ir como decreto ley. Esto permite entrar en vigor antes y solo requerir del apoyo del pleno para su validación definitiva. Visto los tiempos, no será la única norma que tome esta vía rápida.
