Más de 330.000 personas obtendrán directamente el C1 o el B2 de Valenciano

Se trata de uno de los puntos de la ley de libertad educativa, que dice que los estudiantes que hayan sacado un 7 o más en la asignatura en Bachillerato desde el curso 2008-2009 hasta hoy podrán certificar su nivel

Clase en un IES valenciano, en una foto de archivo. / Germán Caballero

Clase en un IES valenciano, en una foto de archivo. / Germán Caballero

Gonzalo Sánchez

El Consell ya tiene listos más de 330.000 certificados de nivel de valenciano para que los estudiantes de Bachillerato a partir del curso 2008-2009 puedan homologar su nivel de forma telemática y gratuita. A aquellos estudiantes con más de un 7 de media en la asignatura de Valenciano les correspone un nivel C1.

Así lo ha anunciado este lunes el president de la Generalitat, Carlos Mazón, en cumplimiento de una de las medidas de la ley de libertad educativa, que entró en vigor hace unos meses. Así, esta medida afecta a todos los jóvenes valencianos de entre 18 y 33 años que estudiaran Bachillerato y cumplan con los requisitos. En total, la Generalitat va a expedir 168.000 títulos de C1 y 169.000 certificados del nivel C2.

La expedición del título será automática si los datos del estudiante están en el programa Ítaca de la Generalitat, y si no el propio alumno podrá reclamarlo directamente. En total, son más de 330.000 certificados de valenciano.

Según las estadísticas del Ministerio de Educación, desde el curso 2008-2009 hasta el año pasado hubo más de 500.000 de estudiantes matriculados en Bachillerato en la C.Valenciana. Todas estas personas, si no estuvieron exentos y cumplen con los requisitos, podrían reclamar su título de valenciano.

La idea de homologar el valenciano ya surgió en los últimos años del Govern del Botànic, cuando la consellera Raquel Tamarit (Compromís) planteó que el alumnado con más de un 7 en valenciano durante Bachillerato pudiera conseguir el nivel C1 (Mitjà). La actual conselleria dirigida por José Antonio Rovira (PP) recogió el guante tras las protestas de varias asociaciones de padres que reivindicaban que esta medida fagocitada por las elecciones del año pasado (donde hubo un cambio de Gobierno) no cayera en el olvido.

La realidad es que todos los territorios con lenguas cooficiales homologan el nivel de su alumnado en esta lengua al acabar la secundaria, sin necesidad de hacer un examen de certificación. En Cataluña, Baleares, Euskadi y Galicia todos los estudiantes ven reconocido al menos un nivel elemental al acabar el instituto. En el caso de la Comunitat Valenciana, muchos estudiantes cursan en esta lengua desde los 3 hasta los 17 años. En cambio, ni sindicatos educativos ni la academia han visto con buenos ojos nunca la medida. Los docentes también se quejaron, ya que consideraban que les trasladaba la presión de "poner un 7" a los estudiantes.

"Incentivo para la lengua"

Carlos Mazón defendió la medida como un "incentivo a nuestra lengua y para acabar con una etapa de imposición que solamente alejaba el valenciano en vez de acercarlo a través de la promoción". Aprovechó, además, para hacer un llamamiento a las personas de comarcas castellanohablantes para animarles "a examinarse en valenciano e incentivándoles con esta ley de libertad y promoción para tener ese reconocimiento si hacen ese esfuerzo".

"Hacer el esfuerzo de estudiar en valenciano tiene premio", explicó Mazón en referencia a los nuevos estudiantes que decidan cursar esta lengua en Bachillerato, y también a los que lo hicieron en su día. "Es un reconocimiento de justicia y un incentivo para impulsar a la lengua. Significa una promoción real de nuestra lengua en nuestra Comunitat", explicó el líder del Consell.

Propuesta enterrada por las elecciones

El decreto para homologar el nivel C1 de valenciano estaba redactado y tenía incluso el visto bueno del Consell Juríduc Consultiu. Solo faltaba su aprobación, pero las elecciones autonómicas acabaron frustrando la medida y lanzándola al interior de un cajón con el cambio de Gobierno. Un año después, un Gobierno de color político distinto la ha aprobado.

El conseller José Antonio Rovira ya vio con buenos ojos la medida y así lo hizo saber en una de sus intervenciones en Las Corts. "Frente a un modelo de imposición, proponemos que se incentive al alumnado que estudia valenciano, certificándole de manera automática el nivel correspondiente cuando finalice los estudios. Ese certificado les servirá en un futuro como mérito si quieren acceder a puestos de trabajo en la administración valenciana", explicó Rovira.

Blindaje de los exámenes en ambas lenguas

Otra de las medida en la ley de libertad educativa es el blindaje legal para que el alumnado pueda hacer los exámenes en la lengua que quiera, independientemente del idioma en el que se de la asignatura, lógicamente en las asignaturas no lingüísticas. Además de esto, la Conselleria también garantizará que las familias puedan dirigirse a sus centros en cualquiera de las dos lenguas cooficiales, como marca la ley.

Una ley en los tribunales

La ley de libertad educativa acarreó polémica desde antes de aprobarse. Ahora, con el visto bueno de las Corts, ha acabado en el Tribunal Constitucional después de que Compromís consiguiera las firmas necesarias en el Congreso de los Diputados para presentar un recurso a la ley con el objetivo de tumbarla. El partido valencianista considera que muchos de sus aspectos son -además de ilegales- perjudiciales para la lengua valenciana, por ejemplo, facilitar la exención o permitir una votación de las familias para elegir la lengua base de cada centro, referéndum que, si se cumplen los tiempos, se dará en diciembre en decenas de colegios e institutos valencianos.

El Gobierno también ha aprobado una comisión bilateral con la Conselleria de Educación para limar algunos aspectos de la ley que, consideran, no se ajustan a normativas superiores. Habrá que esperar unos meses para conocer si el Tribunal Constitucional admite a trámite el recurso presentado por la oposición.

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