Debate sobre la energía nuclear

Clamor empresarial a favor de ampliar la vida útil de la central de Cofrentes

Los representantes de la industria valenciana respaldan el frente abierto por el Consell para evitar el cierre en noviembre de 2030

La central nuclear de Cofrentes en una imagen de archivo.

La central nuclear de Cofrentes en una imagen de archivo. / Europa Press

Ramón Ferrando / Jordi Cuenca / Juanma Vázquez / D. A. San José

València

Los representantes empresariales valencianos respaldan unánimemente el frente abierto esta semana por el Consell para evitar el cierre de la planta nuclear de Cofrentes en noviembre de 2030. Los empresarios recuerdan que la central produce el 45 % de la energía generada en la Comunitat Valenciana y que el despliegue de las renovables no está suficientemente maduro (en especial por los retrasos acumulados en la etapa del Botànic tras las trabas de Compromís al despliegue de la energía verde). Cofrentes y la comarca del Valle de Ayora también están a favor del mantenimiento de la central por el empleo que genera y las oportunidades que da al municipio. Foro Nuclear, respaldado por las empresas que explotan las centrales, subraya que es seguro prolongar la vida útil de las plantas españolas como ya se ha demostrado en Estados Unidos.

El presidente de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), Salvador Navarro, aseguró ayer a este diario que «creemos necesario hacer una revisión del calendario del cierre de las centrales nucleares, en concreto de la de Cofrentes. Cerrar la planta en 2030 sin un plan alternativo ante el retraso de la implantación de energías renovables podría causar un perjuicio a la sociedad y al tejido empresarial, que debería hacer frente a una posible subida de costes y a la dependencia de otros países; lo que nos restaría competitividad. En este escenario, se hace necesario revisar la posibilidad de prolongar la vida útil de la central de Cofrentes, certificando un funcionamiento correcto y seguro, para garantizar la estabilidad energética y seguir apostando por el impulso de las energías verdes».

Opiniones

El presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, asegura que desde dicha organización «siempre hemos defendido un mix energético que nos haga menos dependientes del exterior, en el que no se cierren puertas por ideología y siempre tendiendo hacia una energía más limpia. Desde este punto de vista y teniendo en cuenta la capacidad de producción actual, las fuentes de energía existentes, su impacto medioambiental y económico y atendiendo a criterios de sostenibilidad, seguridad (tanto técnica como de abastecimiento) y competitividad, consideramos que abrir el debate sobre el alargamiento de la vida útil de Cofrentes es necesario y, de la misma manera, como están haciendo multitud de países de nuestro entorno, abrir el debate sobre ampliar la producción de energía nuclear que, además, ha sido catalogada por la UE como energía limpia y verde».

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, José Vicente Morata, considera que «el cierre de la central nuclear implicará un mayor déficit eléctrico de la Comunitat Valenciana, siendo además una de las comunidades donde menos se ha invertido en otras fuentes de energía renovable: eólica y solar; el cierre aumentaría a corto plazo la dependencia de combustibles fósiles como fuentes de energía, mucho más contaminantes, dado que el peso del potencial generador de energías renovables es reducido en comparación con otras comunidades autónomas».

Dominguis

Héctor Dominguis, presidente de Grupo Dominguis, una firma valenciana que el año pasado alcanzó una cifra de negocio en el sector nuclear de 41,1 millones de euros -en torno al 45 % de la facturación- afirma que es «imprescindible» alargar la vida de Cofrentes, porque la demanda de energía eléctrica «va a más», como pone de manifiesto la proliferación de centros de datos, que son consumidores masivos de electricidad. «No somos autosuficientes en renovables todavía, así que hay que optar por una alternativa y la más eficiente, descarbonizada e independiente es la nuclear», asegura Dominguis (que es expresidente de la organización Sociedad Nuclear Española) que se declara partidario de un mix energético que mezcle renovables y nuclear y que pone el ejemplo de Suecia, donde el 35 % de su energía procede de centrales nucleares y que es uno de los países menos contaminantes.

Esta apuesta por retrasar el cierre de la central encontró ayer su apoyo también en dos sectores importantes para la industria de la Comunitat Valenciana como son el metal y la cerámica. En el caso del primero, el presidente de la patronal Femeval, Vicente Lafuente, destacó ayer que en materia energética «la tendencia natural es a ir reduciendo la dependencia» que se tiene de otras energías como el gas. Sin embargo, el problema es que «el esfuerzo en renovables no puede ir al ritmo que tenemos de necesidad energética». Por ello, tildó de «inviable» tener esa independencia si se cierra Cofrentes y destacó que en su sector «somos partidarios de mantener la vida de la central lo máximo posible para dar tiempo a que esas inversiones en renovables se puedan llevar a cabo».

La Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer) destaca que no tiene «sentido que estemos de acuerdo con la desconexión de una fuente de energía que da predictibilidad y garantía de suministro a nuestra demanda energética, sin tener todavía un reemplazo en las mismas condiciones». Por eso, añadieron que, sin tener "garantizado” el suministro con alternativas como el hidrógeno verde, «la energía nuclear es la mejor de las alternativas para asegurar la garantía de suministro y la calidad de las redes». Además, desde Ascer avisan respecto a esta necesidad que si se van dejando atrás el consumo de gas natural y se traslada el consumo a otras alternativas, «la electricidad que demandaremos será muy superior a la que todas las renovables de la C. Valenciana».

El alcalde de Cofrentes, Salvador Honrubia, defiende la prórroga por el impacto que tiene en el empleo de la comarca del Valle de Ayora. «Ojalá salga adelante siempre que la seguridad esté avalada por el Consejo de Seguridad Nuclear», afirmó.

Por su parte, Ignacio Araluce, presidente de Foro Nuclear, defiende que la iniciativa del Consell «es una excelente idea» porque lo más rentable es prolongar la vida útil de las plantas como están haciendo otros países. «En Estados Unidos hay ocho plantas que van a operar ochenta años», advierte.

El Gobierno rechaza alargar la vida de la central

Rechazo tajante del Gobierno de España a prolongar la vida útil de la central nuclear de Cofrentes. «Es un debate totalmente superado», expresó ayer la delegada del Ejecutivo central en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, en lo que supone un nuevo frente entre la Administración estatal y la autonómica después de que el president de la Generalitat, Carlos Mazón, reclamara su continuidad el pasado martes en la clausura institucional de los Premios Levante-EMV.

Sin embargo, Bernabé interpretó ayer que, más allá de los argumentos como que supone un «retroceso», el mensaje de Mazón contra el cierre de la central viene dado por el intento del jefe del Consell de «querer distraer la atención del tema fundamental y del que él no quiere hablar como es la condena a su padre político, Eduardo Zaplana». Además, la delegada del Gobierno lamentó la «deriva trumpista» del jefe del Consell y del PP con esta reclamación. «Esto es lo más preocupante para un país que avanza hacia unas energías que suponen la oportunidad de transformación económica de nuestro país», señaló la dirigente socialista que destacó que España «podría ser un referente de la transformación económica gracias a las energías renovables».

Una postura crítica con la idea de Mazón que también apoyaron ayer desde Compromís. A través de su portavoz adjunta, Paula Espinosa, la formación catalogó las declaraciones del Consell de «ridículas» y señaló que «demuestra una gran falta de conocimiento sobre la realidad energética». «Seguir manteniendo operativa la central es irresponsable», concluyó Espinosa. 

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