En busca de una herencia de 23 millones de euros: una fortuna donada a la Iglesia
La mujer legó hace 51 años una fortuna millonaria a las parroquias de la localidad

Vecinos de Ontinyent se manifiestan para reclamar la herencia de María Nadal. / R. B. S.
Emma Gómez Pastor
Más de 40 años esperando una herencia de 23 millones de euros. Esta es la situación de unos vecinos de Ontinyent que este martes por la tarde se manifestaron en la plaza de Santo Domingo para que el Arzobispado desbloquee la herencia de María Catalina Nadal, una mujer que legó esta fortuna a las parroquias de la localidad de la Vall d'Albaida para que lo invirtieran en obras sociales y religiosas.
María Nadal falleció en Ontinyent el 22 de marzo de 1978, sin descendencia. Cinco años antes, había escrito en su testamento que una fortuna familiar que había heredado se destinara a obras sociales de varias parroquias de Ontinyent y de Estepona, donde poseía unos dos millones de metros cuadrados de terrenos. El valor de la fortuna correspondiente a la localidad valenciana era, en aquel entonces, de unas 4.000 millones de pesetas, equivalente a unos 23 millones de euros, a repartir entre la parroquia de Santa María, Cáritas Inter Parroquial de Ontinyent y la Casa de Ejercicios Espirituales de Santa Anna.
María Nadal, Hija Predilecta de Ontinyent
La herencia de la que Ontinyent declaró Hija Predilecta en 2010 debía ser repartida, según consta en su testamento, mediante becas para los seminaristas necesitados del Seminario de Valencia, especialmente los oriundos de Ontinyent; la Obra Misional Pontificia-Institutos femeninos Misioneras de África; la Casa de Ejercicios de Santa Anna; Cáritas y la Parroquia de Santa María de Ontinyent (a la que destinó su casa). El resto de sus bienes, que eran en gran medida tierras, los reparte entre el personal a su servicio.
Actualmente, el organismo que gestiona este dinero es el Arzobispado de València. Rafael Belda, escritor y uno de los manifestantes, calcula que, en estos 46 años, solo se han enviado «entre 3 o 4 millones de euros, es decir, prácticamente solo los intereses generados del cambio de pesetas a euros, porque hace 45 años dicho dinero era muy rentable». Existe una cantidad que se ha repartido entre varios conceptos en Ontinyent, como el centro de día de Proyecto Hombre, la reforma integral de la Casa Abadía y de otros espacios de la iglesia de Santa María, las renovación de las campanas, la ampliación del colegio parroquial o la adquisición de un local para el Proyecto de la Infancia y Juventud. Sin embargo, buena parte de los fondos siguen sin materializarse.
Lo último que se ha conseguido ha sido la reforma de reforma de la Ermita de Santa Anna, la cual se aprobó este mismo verano por la Comisión de Patrimonio del Ayuntamiento de Ontinyent y cuyas obras comenzaron en septiembre. Varios vecinos de Ontinyent ya se manifestaron en mayo de 2023 ante el mal estado de dicha ermita, propiedad de la parroquia de San Carlos. Ahora, sus reivindicaciones continúan por otros motivos.
Los fondos podrían destinarse en varias obras
Rafael denuncia que, si las parroquias de Ontinyent recibieran la herencia de María Nadal, habría más fondos para obras sociales y religiosas como, por ejemplo, la construcción de la nueva residencia de la Beneficencia ubicada en el nº13 de la calle Monges Carmelites del barrio del Llombo. El ayuntamiento explica que el coste total de este proyecto es de 8,5 millones de euros. De esta cantidad, el ayuntamiento aportará 800.000 euros; la Generalitat Valenciana, 750.000 euros; la Diputación, 1,5 millones; y el resto será financiado por Caixa Popular, Cáritas y la Fundación Santo Hospital de Beneficencia.
Nadal determinó que el 20 % de los fondos totales de la herencia debían destinarse a la parroquia de Santa Maria, un 10 % a Cáritas y un 10 % a la Casa de Ejercicios Espirituales de la Ermita de Santa Anna, a la que le correspondería un importe que en su día se cuantificó en 5,85 millones.
«La herencia de María Nadal podría ayudar a financiarlo en lugar de pedir dinero a otras entidades como Caixa Popular o pedir donaciones a la ciudadanía», declara el mismo. «La construcción del hospital de la Beneficencia es una obra social como ella quería», añade. Se trata de fondos que gestiona la Iglesia, no el ayuntamiento, como declaran desde el mismo consistorio.
Cáritas Ontinyent, preguntada por este diario, remite la gestión de estos fondos al Arzobispado, quien en 2023 afirmaba que el proyecto de destinación de este dinero se encontraba «muy avanzado» y «encarrilado». Levante-EMV ha contactado con la Iglesia y está a la espera de recibir respuestas sobre la gestión de la herencia. Por su parte, los manifestantes afirman: «Hay demasiado silencio o oscuridad en el tema».
Uno de ellos destaca que su «misión como buenos ciudadanos es luchar por la herencia de María Nadal». «Ella se merece nuestra pelea para que su testamento se cumpla, pues es dinero para su Ontinyent y no para el Arzobispado de València», añade.
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