El TSJCV confirma el decreto del Consell que autoriza la implantación del grado de Medicina en la Universidad de Alicante

La Sala de lo Contencioso-Administrativo desestima en su sentencia el recurso interpuesto por la Universidad Miguel Hernández de Elche

A la izquierda la rectora de la UA, Amparo Navarro; a la derecha, el de la Miguel Hernández, Juanjo Ruiz.

A la izquierda la rectora de la UA, Amparo Navarro; a la derecha, el de la Miguel Hernández, Juanjo Ruiz. / Mediterráneo

A. Fajardo

Alicante

La Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) ha confirmado la legalidad del decreto del Consell de agosto de 2022 que autorizó la implantación del grado de Medicina en la Universidad de Alicante (UA).

Los magistrados han desestimado así el recurso contra esa decisión interpuesto por la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, en una sentencia notificada este lunes a las partes y que puede ser recurrida en casación ante la Sala Tercera del Tribunal Supremo.

El fallo supone, no solo supone un varapalo para la Miguel Hernández, sino también para la Generalitat de Carlos Mazón después de que este verano decidiera allanarse (apartarse) del recurso para maniobrar para que Alicante perdiera la carrera por segunda vez.

Uno de los argumentos más repetidos por el Consell fue que el proceso que autorizó el grado de Medicina estaba "plagado de irregularidades” y "viciado". Tanto el presidente autonómico, como el conseller de Educación, José Antonio Rovira, descargaron toda la culpa en el Gobierno de Ximo Puig al que acusaron de "haber hecho un flaco favor concediendo Medicina a la UA sin garantías de prácticas en los hospitales universitarios"

Sin embargo, el Alto Tribunal Valenciano, recoge que "el propio éxito de la convocatoria de plazas para el alumnado que se incorpora al nuevo grado de medicina implantado por la codemandada (…) junto con los informes oficiales valorados por la Sala nos cerciora de la necesidad de esos nuevos estudios”.

La segunda titulación más solicitada

En esta línea, el TSJCV recuerda que la elevada demanda de estos estudios de la UA, que la convierten en la segunda titulación más solicitada en la Comunidad Valenciana, “no ha supuesto un descenso en la matriculación de estudiantes de medicina de la Universidad Miguel Hernández de Elche en el curso 2023-2024”.

“Con esta prueba quedan soslayados todos los temores mostrados de que una duplicación de las plazas ofertadas para candidatos a esos estudios en el campus de Alicante vaya a suponer perjuicios o mermas de matriculaciones o de la calidad de la docencia en las enseñanzas que se cursan en la Universidad recurrente”, añade.

El Tribunal ha desestimado todos los motivos de impugnación alegados por la UMH en su recurso y ha concluido que el decreto de la Generalitat “se ha elaborado con todas las garantías legales” y está suficientemente motivado.

Así, obran en el expediente administrativo “todos los informes preceptivos, y en sentido favorable, precisos para la aprobación de los estudios de grado del título de Medicina cuestionado”, entre ellos los que aluden a la “suficiencia de recursos y a la ausencia de incremento de gasto” derivado de la autorización de la nueva titulación.

Cumplía con los requisitos

“El hecho de que puedan existir recelos al respecto por parte de determinados colectivos profesionales y del estudiantado no implica que tales intereses deban prevalecer sobre el general, que en todo caso es el que debe prevalecer, y es el que avala la nueva docencia autorizada”, puntualizan los magistrados.

Igualmente, señalan que el que pudieran existir “ciertas objeciones” para los centros de prácticas médicas en un informe fechado en 2019 no significa que esos inconvenientes “se vayan a perpetuar para el futuro”.

De hecho, otro informe de 2022, emitido por el órgano competente para analizar ese extremo, la Escuela Valenciana de Estudios de la Salud, ya constató que la oferta y los convenios con hospitales “eran suficientes y adecuados para las necesidades de docencia”.

En definitiva -prosigue la Sala-, ha quedado demostrado que la nueva Facultad de Medicina de la Universidad de Alicante “cumplía con los requisitos de calidad, profesorado, infraestructuras, planes de docencia, recursos económicos, medios y hospitales o centros donde llevar a cabo prácticas, que son imprescindibles para que se pudiese obtener la oportuna licencia para la impartición de tales estudios de medicina”.

El origen

La disputa se originó porque la Universidad de Alicante logró en abril de 2022, con Ximo Puig al frente del Consell, la autorización de la Generalitat para volver a impartir la carrera estrella de las universidades (para este curso más de 8.000 personas solicitaron plaza en las dos universidades de la provincia que solo suman una oferta de 223 puestos).

 Previamente, la Aneca (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación) concedió el plácet a la institución presidida por la rectora Amparo Navarro, no sin antes requerirle en dos ocasiones distintas información pormenorizada de las prácticas de los alumnos, la organización del grado y las infraestructuras de las que dispone el campus de San Vicente. 

Esta decisión no fue compartida por la Miguel Hernández, que también imparte la carrera, y en mayo de 2023, a cuatro meses de que los estudiantes de Medicina de la UA entraran a las aulas, pidió al TSJ paralización cautelar de los estudios. Lo hizo después de que años atrás su rector, Juanjo Ruiz, hiciera un frente común con otras universidades (València, Rei Jaume y la I de Castellón) oponiéndose la apertura de nuevas facultades de Medicina al considerar que no hay suficientes plazas MIR para los estudiantes que acaban sus estudios -calcularon que 500 al año se quedan sin plaza-, que conllevaría una pérdida de calidad en la docencia y la masificación en las prácticas, que colisionaría con los derechos del paciente y supondría una pérdida de calidad asistencial.

Sin embargo, en junio de ese mismo año, el TSJ rechazó la suspensión cautelar al considerar que «la implantación del grado de Medicina por la Universidad de Alicante no perjudica en principio los estudios universitarios del mismo grado en la universidad recurrente».

Tras ello, la UMH presentó su Contencioso-administrativo al considerar que el procedimiento para autorizar los estudios a la UA que siguió la Generalitat estaba «viciado en su origen» y alegó que la duplicidad de los estudios en Alicante «ponían en peligro la excelencia y calidad del título que allí se imparte».

Choque con el Consell

En la recta final de este conflicto judicial inédito entre dos universidades públicas, el Pleno del Consell autorizó el pasado 2 de agosto a la Generalitat a allanarse (retirarse) del recurso presentado por la UMH, lo que implicó que el Ejecutivo de Carlos Mazón se pusiera del lado de la UMH para que la UA perdiera por segunda vez la carrera recuperada con el visto bueno del Botánic. La primera vez fue en 1996 por la segregación de estos estudios para crear precisamente la Miguel Hernández.

Tras aquello, el enfrentamiento se endureció y el Consell anunció como solución un campus interuniversitario provincial de la salud, sin fechas, plazos, ni presupuesto, para que ambas universidades compartieran los estudios de Medicina. Así, hasta el cambio de discurso de presidente de la Generalitat en septiembre, quien se comprometió a que diga lo que diga la sentencia la UA mantendría su autonomía sobre carrera sanitaria

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