Mazón pasa en dos años de hablar de integración a expulsión de inmigrantes

El ‘president’ sacrifica su programa electoral para atar el apoyo de Vox

El giro hacia los postulados más radicales le alejan de sus promesas de 2023

Comisión negociadora PP-Vox, en julio de 2023.

Comisión negociadora PP-Vox, en julio de 2023. / Germán Caballero

Mateo L. Belarte

València

Mazón enmienda a Mazón. La declaración institucional del president de la Generalitat de este pasado lunes, histórica por diferentes motivos, supone un giro sustancial no respecto a lo que tradicionalmente ha defendido su partido, sino a lo que el propio PPCV pregonaba en la última campaña electoral. Especialmente, en materia de inmigración.

La hemeroteca es un espejo del que se suele salir herido, y los programas electorales, más todavía. Basta echar un vistazo al que el propio president presentó para alcanzar la Generalitat. Aquel PP dedicaba nada menos que 17 compromisos referidos a la inmigración, bajo el paraguas en ese documento de un lírico «Nuevos valencianos». «Quienes vienen a nuestra tierra se convierten, automáticamente, en valencianos. Es una forma de ser y sentir de los valencianos», decía el texto. Iba más allá incluso de la máxima de Jordi Pujol: «És català qui viu i treballa a Catalunya, i en vol ser». Aquí no hace falta ni la voluntad. Se es. Y la integración, para el PP, era entonces «más que una obligación, nuestro compromiso», con aquellos que no están teniendo «unos buenos inicios». Dos años, una dana y un pacto con Vox después, el discurso ha cambiado.

‘Menas’: estudiar devoluciones ante la saturación

En 2023, el PP prometía literalmente un plan especial para la inclusión y atención educativa, social y sanitaria de los menores extranjeros no acompañados. Este lunes, tras el giro patrocinado por Vox, señalaba que «los centros están saturados y es momento de mirar al Gobierno y a Bruselas». «Buscaremos fórmulas para que los menores no acompañados puedan volver con sus padres y familias», avanzó Mazón. El cambio también choca con lo que defendía Susana Camarero, titular de las competencias, en su comparecencia en las Corts de principio de mandato: «Los menores tutelados requieren que les garanticemos un lugar seguro donde vivir sin violencia, sin agresiones, pero también un lugar digno y un desarrollo de su vida que les permita tener el futuro que merecen», sostenía entonces en una línea muy distinta a la marcada por Mazón el lunes, con Camarero escoltándole.

Expulsiones de migrantes

Más allá de los menores, Mazón ha cambiado el paso respecto a la inmigración en general. «La C. Valenciana, como otras, tiene un problema con la inmigración ilegal», añadió el popular para avanzar que su Consell «no admitirá más repartos» de inmigrantes. «Es evidente que la inmigración ilegal masiva necesita nueva política a nivel nacional y europeo. Necesitamos acelerar con urgencia las expulsiones de los inmigrantes ilegales», amplió. Antes había reclamado incluso conocer la nacionalidad de los detenidos por los pillajes durante la dana, una petición de Vox en la que se asocia migración y delincuencia. No es la primera vez: ya ligó ambos fenómenos al renombrar una asignatura de un curso de la Generalitat para policías, que pasó a llamarse «extranjería, inmigración ilegal y delincuencia».

En 2023, el discurso era otro: «Mejorar la inclusión y convivencia de los migrantes»; «mejora del sistema de citas en Extranjería»; desarrollar una «estrategia valenciana de las migraciones»; «favorecer su empleabilidad»; apoyar los «proyectos que atiendan las necesidades de migrantes y ONGs para mejorar su participación en la sociedad, así como su integración cultural y laboral», y un largo etcétera de medidas. Vox, además de los compromisos asumidos en directo por Mazón, le exige que en los presupuestos se eliminen «todas las subvenciones de ONG de apoyo a la inmigración». 

Contra el pacto verde

El otro gran asunto del ideario voxista asumido por el president fue la crítica abierta al Pacto Verde Europeo, un acuerdo al que el Mazón candidato no prestaba demasiada atención en su programa electoral. Solo lo menciona una vez en las más de 200 páginas, frente a las reiteradas citas de este lunes. 

Si en 2023 prometía «promover su revisión» para «evitar pérdidas de competitividad» en el campo, ahora su dependencia de Vox le lleva a «rechazarlo» y a «llamar a la acción» en su «contra». En dos años ha pasado de llamar a «revisarlo» a cuestionar, literalmente, su «esencia». «Sus medidas van directamente contra la esencia de nuestra economía», defendió.

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