La sanidad pública de la provincia de Castellón perderá el 40% del personal contratado para hacer frente a la pandemia. La reestructuración de la plantilla planificada por la Conselleria de Sanitat, a partir del próximo 1 de junio, se materializará con la pérdida de 585 contratos, ya que solo se renovarán 883 de los 1.488 existentes. El recorte afectará, sobre todo, a medicina hospitalaria, ya que el departamento de Ana Barceló sí prevé mantener la totalidad de plazas en Atención Primaria.

Por tanto, los centros de salud seguirán con el personal actual, ya que depende del primer eslabón sanitario el proceso de vacunación contra el coronavirus, lo que requiere de numerosos profesionales, especialmente, enfermeras. Además, el déficit de sanitarios ha sido históricamente un problema asociado a Primaria que ha repercutido de forma negativa en la atención recibida por los pacientes, como llevan años denunciando médicos y enfermeras.

Así, mientras los centros de salud de salvan del tijeretazo planteado por Sanitat ahora que la presión por la pandemia se ha reducido considerablemente gracias a la vacunación y las restricciones, no lo hacen de igual forma los hospitales. Es ahí donde se produce la principal merma de contratos, afectando en enorme medida al departamento de salud de Castellón, de quien depende el hospital de campaña para el cual se contrataron numerosos efectivos que se han destinado a refuerzos de plantas de ingresados por covid-19 o al proceso de inmunización.

Déficit de personal

«Desde la Conselleria han seguido criterios poco acertados y nada justos, ya que hay que seguir con la campaña de vacunación, la reducción de las listas de espera quirúrgica, lo que provocará mayor ocupación de camas hospitalarias y las cargas de trabajo serán brutales, o la reducción de listas de espera de consultas», explica el secretario provincial de Satse, José María Calas. «Las plantillas, antes de la pandemia, eran precarias y era una oportunidad para que nuestra sanidad pudiera mejorar y dar una mayor calidad asistencial, pero es evidente que de nuevo nos relegan a un segundo plano», lamenta Calas al respecto.

De igual modo, el portavoz del sindicato médico CESM-CV en Castellón, Alejandro Calvente, remarca que han pedido a Sanitat conocer los criterios para decir qué contratos se renuevan y conocer el destino de los mismos, al tiempo que señala que, a pesar de que la pandemia «ha evidenciado los problemas del sistema», no hay intención de mejorar las plantillas.

Para la portavoz de CCOO en Castellón de asunto sanitarios, Encarna Barragán, el número de contratos covid a renovar les resulta «escaso», especialmente ahora que llega el periodo vacacional, donde hay que cubrir sustituciones, y en una coyuntura donde se requiere acelerar las operaciones para aligerar la lista de espera quirúrgica que se vio aún más acrecentada a principios de año con motivo del cierre de los quirófanos debido a la presión asistencial de la tercera ola.