Todos los sindicatos sanitarios se han manifestado hoy a las puertas del Hospital General de Castellón para denunciar el recorte de plantilla que sufrirá el departamento de salud de Castellón, a partir del 1 de junio, cuando Sanitat no renovará decenas de contratos de personal de refuerzo empleado durante la pandemia. Este es el área de salud de la Comunitat, de las 24 existentes, que más sufre esta reducción, según los sindicatos. Esto se debe al despido de numerosos profesionales que fueron contratados para el hospital de campaña. Enfermería es, sin duda, el colectivo más perjudicado.

Al grito de "sin trabajo no hay salud" y "no sobra nadie" los representantes sindicales y numerosos trabajadores han clamado contra la decisión de la Conselleria de Sanitat. Esta protesta se trasladará mañana a los hospitales de Vinaròs y la Plana.

Y es que, como informó Mediterráneo, la sanidad pública de la provincia de Castellón perderá el 40% del personal contratado para hacer frente a la pandemia. La reestructuración de la plantillase materializará con la pérdida de 585 contratos, ya que solo se renovarán 883 de los 1.488 existentes. El recorte afectará, sobre todo, a medicina hospitalaria, ya que el departamento de Ana Barceló sí prevé mantener la totalidad de plazas en Atención Primaria.

El recorte afecta a los hospitales

Por tanto, los centros de salud seguirán con el personal actual, ya que depende del primer eslabón sanitario el proceso de vacunación contra el coronavirus, lo que requiere de numerosos profesionales, especialmente, enfermeras. Además, el déficit de sanitarios ha sido históricamente un problema asociado a Primaria que ha repercutido de forma negativa en la atención recibida por los pacientes, como llevan años denunciando médicos y enfermeras.

Así, mientras los centros de salud de salvan del tijeretazo planteado por Sanitat ahora que la presión por la pandemia se ha reducido considerablemente gracias a la vacunación y las restricciones, no lo hacen de igual forma los hospitales. Es ahí donde se produce la principal merma de contratos, afectando en enorme medida al departamento de salud de Castellón, de quien depende el hospital de campaña para el cual se contrataron numerosos efectivos que se han destinado a refuerzos de plantas de ingresados por covid-19 o al proceso de inmunización.