La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas ha desestimado todas las propuestas de flexibilización en los centros de mayores que le había solicitado la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios de Atención a la Dependencia de la Comunitat (Aerte) ante la mejoría de la situación covid. Y es que la patronal lleva semanas pidiendo una desescalada para estos centros. Sin ir más lejos, las residencias de la provincia de Castellón llevan tres meses sin registrar ninguna víctima mortal por covid-19, ya que el último deceso tuvo lugar el pasado 17 de marzo.

La patronal pedía que se permitiera el contacto físico entre residentes y familiares, que se incluyera al personal de prácticas en la vacunación porque previsiblemente será contratado en verano para sustituciones y la eliminación de la reserva de 1.400 plazas libres para aislamiento que «impiden atender a muchísimas personas que necesitan este recurso».

Sin embargo, lamentan que, en la contestación al recurso de reposición planteado por Aerte frente a la resolución que regula los centros del pasado 8 de abril, la Conselleria de Igualdad desestima estas peticiones.

Según el presidente de Aerte, José María Toro, «muchas de las respuestas remiten a la Conselleria de Sanitat y hablan de criterios técnicos, pero la realidad es que la vicepresidenta Oltra dijo la semana pasada que había espacio para seguir avanzando y, sin embargo, todo sigue igual». 

Respuesta de oltra

La propia consellera de Igualdad volvió a referirse ayer a este asunto y aseguró que ahora se permiten las visitas con «total normalidad» a las residencias de mayores, pero indicó que, aunque son «sensibles» a la petición de las familias de permitir el contacto físico, sigue sin estar permitido al igual que para la población general porque «no se puede exceptuar precisamente al colectivo más vulnerable».

El llamamiento de las familias

La «angustia» de los residentes y sus familias, junto a la problemas que la pandemia puso de manifiesto en los centros, ha llevado a un grupo de familiares, usuarios y amigos de residencias de la provincia de Castellón a plantear la creación de una plataforma, aunque su conformación como tal todavía no se ha producido.

Esta nueva entidad se hace eco de un comunicado de la Plataforma Estatal de Organizaciones de Familiares y Usuarias de Residencias en el que se reclama la habilitación «definitiva» de la entrada de los familiares en los centros y que se eliminen las «limitaciones salvajes, inhumanas e ilegales» que, a su juicio, soporta este colectivo. Entre ellas, la imposibilidad de tener contacto físico, es decir, abrazar o besar durante una visita. Del mismo modo, pide a la Fiscalía General del Estado y a las fiscalías superiores autonómicas que investiguen si se están vulnerando derechos fundamentales y constitucionales en las restricciones marcadas por las administraciones y empresas geriátricas en el acceso de las familias.

Testimonio

«Solo puedo ir a visitar a mi madre una vez a la semana durante 40 minutos. A las visitas pueden ir tres personas no convivientes. Antes de la pandemia se podía ir tanto por la mañana como por la tarde el tiempo que se quería», explica el hijo de uno de los usuarios de una residencia de Vila-real. Además, hay autorizadas dos salidas semanales de máximo de tres días para no tener que realizarse una PCR o confinarse cuando se regresa al centro. «Hay muchas familias que por las dificultades del usuario no pueden llevárselos a casa un día, tienen que conformarse con verlos poco rato y no poder ni besarlos ni abrazarlos», lamenta este familiar.