Como si de una carrera de fondo contra el coronavirus se tratara Castellón ha experimentado esta última semana una drástica reducción de la incidencia acumulada, el principal indicador para medir la evolución de la pandemia. Así, según la Conselleria de Sanitat, ha pasado de 53,79 a 37,74 casos por cada 100.000 habitantes, lo que supone una bajada de 16 puntos, situándose por debajo de la media de la Comunitat, que ayer marcó 39,53 puntos y de la nacional que está en 96,64.

Este recorte responde a varios factores. Por un lado, los escasos rebrotes registrados en los municipios de mayor peso poblacional, como demuestra el hecho de que, por ejemplo, Benicarló no haya contabilizado ningún contagio de covid-19 en los últimos 14 días. Por otro, al hecho de que el departamento de Vinaròs esté en la llamada nueva normalidad, es decir, con una incidencia menor a 25 casos, siendo la tercera de las 24 áreas de salud de la Comunitat con un mejor indicador.

Otro dato que constata la buena situación epidemiológica de la provincia es el hecho de que ayer no había ningún ingresado por coronavirus en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital General de Castelló. Y es que el buen ritmo de vacunación ha permitido reducir la presión hospitalaria, así como el número de pacientes que revisten gravedad.

Debate sobre la mascarilla

Esta positiva coyuntura ha sido el detonante de que la Generalitat haya pedido al Ministerio de Sanidad eliminar la obligatoriedad del uso de la mascarilla en playas y espacios naturales, aunque se decanta por mantenerla en la calle por «prudencia». Una propuesta que avalan la mayoría de expertos de salud pública, pero que no llega a materializarse a pesar de estar ya casi en verano. El Gobierno insiste en que su retirada en exteriores será «pronto», pero siguen sin dar una fecha, a pesar de que comunidades, como la valenciana, reclaman una resolución al respecto teniendo en cuenta que son un destino turístico gracias a su atractivo litoral. 

Así, aunque la consellera de Sanitat, Ana Barceló, planteó esta propuesta el miércoles en el consejo interterritorial hay otras comunidades, como Madrid, que parecen no tener tanta prisa y creen conveniente aplazar esta decisión hasta tener a un porcentaje mayor de población vacunada. Y es que la situación epidemiológica de esta región o del País Vasco, que también ha mostrado ciertas reticencias, no es la misma que la de la Comunitat. Por eso, sería importante poder establecer, como planteó Barceló, una especie de semáforo para que, de acuerdo a la evolución del coronavirus, sea obligado llevarla siempre o se pueda relajar su uso en algunas espacios al aire libre.

De todos modos, una encuesta conocida ayer y realizada a nivel europeo señala que un tercio de españoles seguirá llevando mascarilla en algunos lugares públicos, tras la pandemia.