La empresa gestora del servicio de vigilancia y socorrismo en las playas de Benicarló, Provita, busca estos días con carácter de urgencia hasta cinco socorristas, un médico y un técnico de ambulancia para realizar el servicio de la playa Morrongo y cubrir las bajas de dos positivos por covid-19 y la cuarentena del resto de los compañeros.

Lo que en principio podría parecer un hecho circunstancial, pues los contagiados están al alza en la provincia y los socorristas no están exentos de riesgo, en este caso concreto ha ido más allá y se ha convertido en polémica, porque una de las afectadas ha sido despedida, según ella asegura, por tener coronavirus, un extremo que la empresa niega tajantemente.

Razones del despido

La joven despedida es contundente sobre los motivos de la rescisión de contrato. Hace referencia a unas «amenazas» que les enviaron en un audio de whatsapp --al que Mediterráneo ha tenido acceso-- en el que se hace mención a la vida privada de los trabajadores, pese a que ella insiste en que se contagió en el ámbito laboral, pues otro compañero dio positivo antes.

La versión de la adjudicataria es totalmente opuesta. Afirman que en todo el territorio español tienen contratados a unos 1.000 socorristas, de los cuales 39 han dado positivo y «ninguno ha sido despedido», salvo la de Benicarló. Y sus motivaciones son distintas a las que la joven manifiesta. 

Provita argumenta su decisión en que, cuando dio positivo «mintió a los servicios sanitarios, dando el nombre de personas con las que era imposible que hubiera estado en contacto y omitió nombres de personas con las que sí lo estuvo tanto dentro como fuera de la jornada laboral, lo que nos parece muy grave». Según detallan, así ha generado un quebranto en el servicio, que se ha quedado sin personal para la mencionada playa. Ella defiende que los nombró porque «si no daba los contactos estrechos de las últimas 48 horas me denunciaban».

Pero el fondo de la controversia es más amplio. La afectada señala que la empresa solo proporciona a los trabajadores el uniforme, pero no los EPI’s necesarios para protegerlos del covid-19, como mascarillas o gel desinfectante. Además, resalta que no trabajan en grupos burbuja, van rotando por las tres postas habilitadas en el municipio, según los turnos.

Este es otro de los extremos que Provita niega. Asegura que todos, en las playas que gestionan, tienen a su disposición mascarillas FPP2 a diario y el resto de materiales necesarios. Sí que reconocen, como afirma la joven, que el despido es improcedente y que, en consecuencia, se la indemnizará tal como le corresponde.