El pasado mes de abril todo los focos de la pandemia se pusieron en la India, un país que había sobrellevado con cierto control la eclosión de coronavirus y que cuando había levantado restricciones y pensaba que lo peor había pasado se encontraba con una cifra de contagios diarios alarmante y centenares de muertos a diario. Detrás de esta mayor transmisión del virus estaba la ahora más que conocida variante delta, que los expertos llamaron india en un principio por el país en el que había sido detectada. Esta cepa resultaba mucho más contagiosa que la británica, la mayoritaria en España y el resto de Europa, por lo que, aunque no estaba asociada a una mayor mortalidad si supone un mayor riesgo al provocar más contagios entre la población. Está detrás de la explosión de nuevos positivos de esta quinta ola del coronavirus en la provincia de Castellón con una mayor afección en los jóvenes que no están vacunados.

La Agencia Europea de Medicamentos y el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades recuerdan que la evidencia sugiere que la variante delta es entre un 40% y un 60% más transmisible que la variante alpha o británica.

Ahora, a finales de julio, la delta representa cerca del 90% de los nuevos positivos en la Comunitat Valenciana, como aseguró días atrás el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Por ejemplo, estuvo detrás del macrobrote de casi 60 personas en Benicàssim, la mayoría de ellos jóvenes, que se detectó semanas atrás en Benicàssim, ya que varios de los infectados habían estado en contacto con otros positivos que presentaban esta secuenciación en el megabrote juvenil de Mallorca. En este sentido, los expertos aseguran que la presencia de nuevas variantes más potentes siempre suele ser mayor, ya que la secuenciación de las muestras conlleva un arduo trabajo de laboratorio.

Las vacunas son eficaces

A nivel de inmunización, esta variante complica la eficacia de las vacunas, restándole unos puntos de efectividad, aunque siguen protegiendo a la persona vacunada frente al coronavirus. En numerosos estudios se ha demostrado que las cuatro vacunas autorizadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) son eficaces a la variante delta. Aunque, esta cepa es más transmisible y escapa mejor a la protección de la primera dosis de las vacunas. De todos modos, el hecho de que sea más contagiosa supone que hay una mayor transmisión del virus provocando la reinfección de personas con la pauta completa, como está sucediendo, por ejemplo, entre los sanitarios.

Síntomas

Por tanto, la variante delta está detrás de esta quinta ola, que comparte muchos síntomas con las cepas anteriores, pero también presenta alguna diferencia. Lo habitual es que se presente como un resfriado fuerte, lo que puede llevar al paciente a cierta confusión. Los síntomas más comunes son:

  • Dolor de cabeza
  • Dolor de garganta
  • Secreción nasal
  • Fiebre

Al contrario que las otras variantes, no se ha detectado pérdida de olfato o tos como síntomas predominantes entre los afectados por esta cepa. Según Tim Spector, profesor de epidemiología genética de la universidad King's College London, la versión delta provoca más mucosidad y dolor de garganta, pero menos tos y pérdida de olfato.

¿Cómo se contagia la variante delta?

Las autoridades sanitarias de Australia llevan semanas investigando dos casos de contagio de la variante delta «temiblemente fugaz». Así lo definió la doctora Kerry Chant, responsable de salud pública del estado de Nueva Gales del Sur. En ambos casos, se cruzaron durante 5 o 10 segundos en un centro comercial.

El ministro de Sanidad de Nueva Gales del Sur, Brad Hazzard, explicó que «parece que una de las personas se movió a través del espacio que la otra había ocupado», por lo que se debieron cruzar a muy poca distancia, «entre los 10 y los 50 o 60 centímetros». Es importante recalcar que en esos momentos, las mascarillas no eran obligatorias en Sydney. Además, la población australiana con la vacunación completa no superaba el 5%.

Otras variantes

En estos momentos, la variante delta está presente en países como Grecia, China, España, Brasil, Italia, Chile, Cuba, así como Reino Unido y Portugal, entre otros, donde en los dos últimos ya superan el 90% de los casos. Cabe destacar que no es la única cepa que preocupa a la salud pública mundial. Algunas de ellas son la beta (variante sudafricana), o la gemma (variante brasileña).