El último brote detectado la semana pasada en el centro penitenciario de Picassent alcanza ya los 155 internos afectado. Asimismo hay un funcionario contagiado y otros dos se encuentran en cuarentena. 

Las peores previsiones apuntadas la semana pasada se han hecho realidad, según ha informado el sindicato de prisiones Acaip. Una vez realizadas las pruebas PCRs pendientes a los más de 120 internos del módulo 8 de la Unidad de Cumplimiento, éstas han confirmado otros 69 casos positivos y 9 no concluyentes. 

Además del segundo brote detectado la semana pasada en el módulo 9, tras las pruebas de confirmación realizadas han aparecido otros 4 casos. Con lo que en estos momentos el número total de internos positivos confirmados alcanza los 155, han confirmado estas mismas fuentes. Asimismo hay más de 500 internos en cuarentena por diversas circunstancias.

Esta semana también se ha conocido que un trabajador que presta servicio en ese módulo 8, en el que se ha producido éste tercer brote, ha dado positivo tras ser sometido a las pruebas al encontrarse mal y presentar síntomas compatibles con la Covid 19, pese a tener la pauta de vacunación completa desde hace más de un mes. De igual modo, dos compañeros que trabajaron con él la semana pasada están en cuarentena preventiva.

Pese a haber desempeñado sus labores en un departamento con más de 70 internos positivos, incluso, con alguna intervención directa por incidente regimental con un interno positivo confirmado, en una primera instancia, desde el centro penitenciario no se ha considerado que la causa del contagio sea profesional.

Está aún reciente la sentencia que obtuvo un trabajador que tuvo que recurrir a la vía judicial para que la sarna que sufrió fuera declarada enfermedad profesional, recuerdan desde Acaip. “Parece que la Administración penitenciaria no ha aprendido nada después de aquel procedimiento judicial, y sigue negando a sus trabajadores el reconocimiento debido a la protección de la salud, no aceptando situaciones más que evidentes”, critican estas mismas fuentes. 

Esta enorme cantidad de nuevos positivos contribuye a incrementar la presión y a dificultar la adecuada clasificación en el centro. Los funcionarios que prestan servicio en los departamentos en los que están los internos contagiados se quejan de la falta de protocolos y procedimientos claros de actuación. Esas carencias se suplen con profesionalidad y buena disposición por parte de los trabajadores, aclaran fuentes de Acaip.

En el día de ayer desde Acaip-UGT se presentó un escrito dirigido a la se presentó un escrito dirigido a la Dirección del Centro de Valencia en el que se solicitaba la realización de un cribado masivo entre los trabajadores que habían estado prestando servicio en este módulo 8 para conocer la situación real, para descartar nuevos contagios, que podrían llegar a tener un resultado imprevisible, teniendo en cuenta la dramática situación en materia de personal del centro y la época veraniega.

Para ello los sindicatos de prisiones proponían dos opciones. Por un lado la realización de test de antígenos en el propio centro penitenciario y por otro la tramitación de dichas pruebas ante la Consellería de Sanidad.

“El centro penitenciario, además de vigilar y proteger la salud de sus trabajadores, debe estar interesado en cortar cualquier posible vía de contagios entre los mismos, algo imposible sin esos cribados”, argumentan fuentes de Acaip. De hecho, la vacunación se está demostrando que sólo reduce la intensidad de los síntomas, pero no evita los contagios.

“No es de recibo que los trabajadores tengan que buscarse la vida para que alguien les haga una prueba diagnóstica, o pagarla de su bolsillo, ante brotes de esta magnitud”, remarcan desde el citado sindicato.