El 'president' de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, ha advertido este miércoles que no ve "razonable" que las farmacias de la provincia de Valencia puedan cobrar "sin ningún tipo de control" a los usuarios por comunicar a la Conselleria de Sanidad los test de antígenos que se practiquen allí presencialmente, además de rechazar que supondría diferenciar estos establecimientos de los de Alicante y Castellón.

Puig, a preguntas de los periodistas en Alicante, ha subrayado que "en ningún momento se había planteado cobrar" durante las conversaciones entre Sanidad y los farmacéuticos, pero ha garantizado que están "en buena disposición" para llegar a un acuerdo. "Hay que buscar una solución clara y admisible desde el punto de vista de servicio público", ha recalcado.

Así ha recordado que esta tarde se reúnen los colegios profesionales del sector con el departamento de Ana Barceló para "buscar un punto de encuentro" y ha garantizado que se tomarán las "decisiones oportunas".

En general, ha señalado que las farmacias tienen consideración de servicio público en España y ha defendido la necesidad de que todas las personas que necesiten un test puedan realizárselo en "igualdad de condiciones" en estos establecimientos.

El objetivo de la colaboración, ha recordado el presidente valenciano, es descongestionar los centros de salud ante la escalada de contagios en la sexta ola de la pandemia.

Este martes, el Colegio de Farmacéuticos de Valencia (Micof) informó que las oficinas de la provincia que se acojan al protocolo para comunicar a la Conselleria los casos positivos de coronavirus detectados en un test de antígenos realizados presencialmente revertirán al paciente el coste del servicio.

Su presidente, Jaime Giner, remarcó que los boticarios no quieren "lucrarse" por prestar este servicio pero tampoco "asumir el coste" añadido que les supondrá dispensarlo, con lo que cada farmacia establecerá el precio en función de los gastos que le suponga.