El número de asistentes al FIB se ha incrementado progresivamente edición tras edición, hasta llegar a la cifra de 38.000 personas en 2002 (50.000 personas contando las entradas diarias y los abonos), lo que ha supuesto, según la memoria de la empresa Maraworld, que las entradas se agotasen antes del inicio del festival. De los 6.800 personas de 1995, a las 6.900 de 1996 (+1,47%), las 17.000 de 1997 (+146,38%), 25.000 en 1998 (+47,06%), 27.000 en 1999 (+8%), 30.000 en el 2000 (+11,11%), 32.000 en el 2001 (+6,67%) y las 38.000 personas del 2002 (+18,75%). Esta evolución in crescendo de público, denominado fiber, ha provocado cambios en el recinto, que pasó del velódromo al recinto de conciertos que, a su vez, se ha ampliado con la incorporación de la zona de la entrada al interior. El FIB es una cita ineludible para público alemán, austriaco, francés, británico, irlandés, italiano, noruego, suizo, norteamericano y, sobre todo, llegado desde todo el territorio español --los asistentes nacionales suponen el 83,68% del total en el 2002--.