Si los toros no defraudaron, quienes sí se merecieron un sobresaliente fueron los aficionados que ayer llenaron la plaza portátil de Torreblanca. Y es que, como ya se pudo de manifiesto en el concurso de toros de la pasada feria de la Magdalena, la afición al bou de carrer sigue más viva que nunca.

La plaza se llenó hasta la bandera con aficionados de toda la región valenciana y de otras limítrofes, como Aragón y Cataluña. El ambiente en las gradas fue realmente fantástico. Los aficionados ovacionaron con muchísimas ganas las acciones más destacadas de los astados.