La tarea docente implica una función permanente, con receptores que no siempre están atentos a lo que pasa en escena". Rubén Clavenzani, actor, director y pedagogo, es un maestro argentino comprometido con el teatro como "arte sanador, que ayuda a cambiar la vida de las personas de toda condición social, de alguna manera, en cada una de las acciones". Se entera en Castellón del abandono de Menem a la carrera presidencial, y corre a llamar a casa. Pero él, dice, no está en Castellón para hablar de política, sino para enseñar a los alumnos del taller Teatro en la educación, dentro del Ciclorama de la UJI, "juegos de confianza, que son las herramientas del actor".

ESTÍMULOS DE CREATIVIDAD

En su clase, que da desde el martes y hasta esta tarde en el Aula de Teatre, Clavenzani busca "crear estímulos" a sus 20 alumnos, entre profesores y estudiantes universitarios, "a un cincuenta por cien", dice, que "faciliten la creatividad, necesaria en las carreras pedagógicas como psicopedagogía, psicología, magisterio o derecho". "Estudiamos, siempre en la práctica, la articulación de la voz, las posturas, la relación con el grupo, la relación del espacio y el cuerpo, que se transforma en verdadero objeto de trabajo igual para un docente que para un actor", explica el argentino.

"La confianza es la principal baza de un actor. A partir de ahí, se puede hacer lo que se quiera en escena o en una tarima --explica--. No es necesario ser alto, rubio y con ojos azules para ser un actor, basta con ser alto en tu interior, lo demás son cosas que se pueden solucionar, pero no la actitud. Aquí estamos aprendiendo que la confianza lo es todo para la creatividad". "No hay elegidos para ser actores, sólo hay que ser seres humanos y sensibles", dice.

Darenzani sólo da una fórmula magistral para crear en escena: "Un actor debe tener un 50% de pasión y otro 50% de razón. En su conexión está el éxito, el de transmitir".

Su largo currículo, que comprende clases magistrales, gestión cultural, dirección y acción teatral en varios puntos de la extensa Argentina, mantiene un único punto de conexión con España: su abuelo es de Zaragoza. Allí se marchará esta semana para llevarle a su madre argentina "un pedacito de la tierra de sus mayores". El Grao es la casa improvisada, de este actor, que dice, con convicción y compromiso: "Vivo por y para el teatro".