Lo que tenía que haber sido una de las cumbres de la gira de UPA Dance (los chicos de Un paso adelante), se convirtió el pasado viernes en su concierto más descalabrado. Pablo estuvo a punto de caerse de una caja rodante y Miguel Ángel tuvo que ser atendido en urgencias tras sufrir un batacazo de aúpa y aquí te espero. A este paso más valdría llamarles Pupa Dance.

Sin embargo, los fans castellonenses no tienen que preocuparse, porque el incidente sucedido en el Palau Sant Jordi de Barcelona no afectará al concierto que el grupo tiene programado ofrecer el próximo 19 de julio en el estadio Castalia de Castellón

Tras abrir fuego con Morenita llegó el deseado set de Miguel Ángel. En pleno trance rítmico, se sacó un pañuelo de la bragueta, se restregó con él y lo tiró al público embabado. Tanto subió la temperatura que el agua arrojada desde las primeras filas propició su primer resbalón, del que se levantó como si nada.

Con esa chulería tan suya, se calzó lentamente una cazadora de cuero y unas gafas oscuras como quien sale a matar. Y el que casi se mató fue él. Dio un inoportuno paso adelante y se precipitó por los dos metros de foso. De un salto se reincorporó, subió al escenario y siguió bailando. Pero tanto cojeaba que tuvo que estirarse y parar.

Sin embargo, el concierto tuvo final feliz en el bis, cuando volvió el accidentado hijo de la vidente Cristina Blanco (con el tobillo y la rodilla vendados) y repitieron Baila morena.