Su trabajo como actor fue el mayor exponente del método que ofreció al mundo muchas de las frases e imágenes que han hecho del cine esa parte de la cultura popular. El deseo escondido en su grito de Stella en Un tranvía llamado Deseo, el horror de la guerra que personificó en Apocalypse Now o el erotismo contenido en una barra de mantequilla en El último tango en París son muestras.