Se quieren con la misma intensidad con la que, a veces, se sacan de quicio. Jorge Javier Vázquez (Badalona, 1970) y Carmen Alcayde (Valencia, 1973) presentan en Tele 5 desde marzo del 2003 Aquí hay tomate, un espacio de corazón salvaje que no necesita emitirse en prime time para encaramarse al primer puesto del ránking de las audiencias del día. A punto de darse unas vacaciones, Vázquez y Alcayde arremeten contra los muchos críticos que les han salido dentro de la profesión y desvelan sin tapujos detalles de su amistad. Igual que los personajes que desfilan por el tomate, ellos también han estado a punto de tirarse los trastos a la cabeza en directo. Casi sobran las preguntas. Tienen muchas cosas que decirse.

--Jorge Javier Vázquez: Ahora llevamos una temporada más tranquilos, pero la verdad es que nos hemos peleado mucho. Recuerdo aquel día que bajamos al plató sin hablarnos y el realizador tuvo que hacer milagros porque no nos podía pinchar a los dos en el mismo plano (ríe).

--Carmen Alcayde: Sí, porque cuando tú hablabas, yo ponía mala cara.

--Vázquez: Nos boicoteábamos los pies como los actores (ríe). Ahí fui más generoso. Yo intentaba arreglarlo.

--Alcayde: Yo estaba más enfadada.

--Vázquez: No fue para tanto. Total, porque te subí un poco la falda haciendo eso de los tonos y politonos con lo que empezamos el programa.

--Alcayde: Perdona, pero no fue así. Me cogiste las piernas, me las abriste y toda España me vio las bragas.

--Vázquez: Y crees que lo hice aposta.

--Alcayde: Si no me enfado, el día siguiente me haces algo peor: me sacas un pecho, me tiras al suelo...

--Vázquez: Lo que pasa es que tú no tienes medida y piensas que los demás actúan según tu mente, que, a veces, está un poco enferma. Tú creíste que yo quería dejarte en ridículo delante de toda España abriéndote de piernas. Cuando a mí, lo que tú tengas ahí, me interesa más bien poco.

--Alcayde: Me enfadé porque ni siquiera me pediste perdón. Eso pasó un viernes y no tuviste el detalle de llamarme para preguntarme si estaba dolida. Así que cuando llegué a la tele el lunes no tenía ganas de hablarte.

--Vázquez: Sigo pensando que yo era el que tenía razón.

--Alcayde: Si a un compañero le duele algo, da igual quién tenga la razón. Hay que hablarlo para arreglarlo.

--Vázquez: Entonces tú estabas pasando una mala época. Es que tú has tenido cada época...

--Alcayde: ¿Quieres que hablemos de tus épocas?

--Vázquez: (Carcajada) No hace falta. Es normal que dos personas que trabajan juntas se peleen. Ahora estamos mucho más relajados, pero necesitamos descansar el uno del otro. El programa va muy bien y el éxito es muy agradecido, pero nos han dado muchísimos palos y hemos estado constantemente en la picota. Luego están las circunstancias personales de cada uno. En fin, para mí ha sido un año especialmente duro.

--Alcayde: Lo que tenemos que hacer es descansar, que ya toca. Pero no el uno del otro. Yo, incluso, me iría de vacaciones contigo.

--Vázquez: Pues yo, no (ríe).

--Alcayde: Sabía que ibas a decir eso, eres muy previsible.

--Vázquez: Creo que es bueno dejar de verse un tiempo y que la gente nos deje de ver a nosotros. No estamos tan frescos y eso se nota. Ha llegado un momento en el que las historias ya no nos sorprenden tanto.

--Alcayde: A mí, en cambio, cuando te conocí en el casting me sorprendió mucho ver que eras tan alto (ríe). En serio, a pesar de que nos costó acoplarnos, nos hemos hecho muy amigos.

--Vázquez: Porque no tenemos secretos. Nos hemos explicado cosas muy íntimas. Creo que eres la primera persona con la que he trabajado que he tenido este nivel de intimidad. He compartido contigo las mayores barbaridades que he hecho (que también las hago). Está muy bien eso de tener una compañera de trabajo que no te juzga en absoluto.

--Alcayde: No te juzgo porque no veo nada que juzgar. Yo también he hecho a mi manera todo lo que tú me cuentas. Somos muy parecidos: Los dos nos tomamos la vida a la tremenda.