El sábado por la noche se lidiaron toros de Salustiano Galache, con trapío de novillos y fuerzas muy justitas.

Antonio Ruiz Soro II anduvo pinturero y puso ganas, pero lidió con poca consistencia a sus enemigos, buscando más el efectismo que la lidia real y acusando una notoria falta de sitio.

Absolutamente desangelado se vio a Juan Muriel en su primero saliendo algo mejor parado con su segundo, al que toreó con calidad por la izquierda, arrancando un benévola oreja.

El madrileño Rafael de Julia ofreció con el capote lo mejor de la noche en sus dos salidas. También con la muleta cuajó a sus dos toros, pero en este caso hubo cantidad, pero faltó calidad, fallando con el descabello en el primero y cortando dos orejas al que cerraba plaza.