Los abonados de la plaza de toros verán como sus localidades aumentan el precio entre un 2,5 y un 3%, según el tipo de entrada, lo que viene a ser una aproximación al incremento del IPC del año pasado. Pero este no va a ser el único cambio que sufran, ya que muchos de ellos se verán desplazados de la ubicación que habitualmente han ocupado, debido a la ampliación de la anchura de los asientos. Esta medida, que no afecta a las barreras y contrabarreras que ya gozaban de estas medidas, hace que algunos abonados pasen a la fila posterior, algo inevitable, por lo que la empresa está dispuesta a intentar ofrecer la solución que más acomode a los afectados, siempre que ésta sea posible.