A Joan Baptista Humet, "de pronto un cable se le cruzó, cerró la puerta del camerino, tiró la llave y desapareció". Fue hace 18 años y ahora lo cuenta en una canción de su nuevo disco. Lo que no aclara es por qué dejó la música en 1986, tan sólo apunta que Ariola había absorbido a su discográfica, RCA, y que en la operación se produjo un excedente de artistas.

La compañía le aseguró que podría grabar los dos discos que constaban en su contrato, pero le asignaron un productor de flamenco. "Ante una maniobra tan burda, les pedí la carta de libertad", explica. Su nuevo disco tiene cuatro de aquellas canciones que se quedaron en el cajón; su título, Sólo bajé a comprar tabaco, desvela algo más lo que ocurrió. "Decidí alejarme de la música unos meses, que se convirtieron en años", recuerda el autor de Clara y Hay que vivir. Humet vive su vuelta como "el inicio de una prometedora carrera artística". Y asume el que muchos le dieran "por muerto".

El cantante de Terrassa, aunque nacido en la localidad valenciana de Navarrés, conserva estilo y voz. Por eso cree vigentes sus canciones antiguas, con las que prepara un recopilatorio para la Navidad de 2005.