Cuando la Academia de Hollywood escogió a Chris Rock para presentar su 77 edición de los Oscar no sabía en qué fregado se metía. O quizá sí. El cómico negro, maestro de la incorrección política, fue elegido para intentar rejuvenecer el público que sigue la ceremonia por televisión, pero su escaso apego a los premios ha tocado la fibra sensible de una institución famosa por sus ínfulas.

Gracias a la web del conservador Matt Drudge, que, sin dar nombres, asegura que veteranos académicos consideran los comentarios de Rock una falta de respeto y piden buscar un sustituto para la gala del 27 de febrero en el Kodak Theater, la polémica está servida. Y ha crecido tanto como para forzar al productor de la ceremonia, Gil Cates, a defender la elección del presentador.

Todo empezó cuando Rock, en una entrevista con Entertainment Weekly, señaló que no es fan de unos premios que dice haber visto sólo el año en que se premió a Denzel Washington y Halle Berry. Además, regaló al entrevistador perlas como "los premios al arte son una idiotez" o "los Oscar son un espectáculo de moda. ¿Qué negro heterosexual se sienta a verlos? Ni uno".

Incluso la principal asociación de gays y lesbianas de EEUU se ha reído con los comentarios del cómico, pero su desapego no ha sentado nada bien en la institución que organiza unos premios que el Hollywood reporter, una de las biblias de la industria, califica esta semana en un editorial como "cargados de una autocomplacencia excesiva". El domingo, la página web de Matt Drudge aseguró que un veterano miembro de la Academia --de quien no da el nombre-- veía los comentarios de Rock como una "desgracia absoluta" y pedía su despido para no "manchar la reputación de la Academia".

Drudge siguió alimentando la controversia al publicar que Rock había defendido el aborto en uno de sus números cómicos.

ESPECTÁCULO ACARTONADO Como no todo el mundo parece pillar su sentido del humor, y en respuesta a la creciente polémica, Gil Cates emitió un comunicado para defender al cómico y negar que hubiera malestar entre los académicos. "Sus comentarios pretender ser pullas con humor a un espectáculo que mucha gente, incluyendo obviamente al propio Chris, piensa que es demasiado acartonado", escribió Cates, que reiteró que "la Academia está deseando pasar una noche divertida con Rock". El productor de la gala recordó que él, cuando era un niño, tampoco veía los Oscar.

El debate sobre Rock no le viene nada mal a los premios. Aunque la ceremonia se retransmitirá con siete segundos de retraso, se ha creado mucha expectación ante lo que pueda decir o dejar de decir Chris Rock, cuya elección como presentador ha sido definida por The Hollywood Reporter como "lo mejor que le podía pasar a los Oscar".