De recuerdos y lágrimas se viste la última actuación de Isabel Pantoja en Castellón. Fue un 20 de marzo del 2003 en La Pérgola, con un protagonista: Vicente Miralles Troncho. Como titulaba Mediterráneo en aquella ocasión, fue La noche más hermosa en la que Castellón homenajeó al comunicador, que días después fallecía tras una prolongada enfermedad. Entre el público, una amplia representación de la sociedad castellonense. Y esa velada, sobre el escenario, la otra estrella: Isabel Pantoja.

Estuvo pletórica, desgarradora, con una fuerza que solo las grandes divas son capaces de transmitir cuando se enfrentan a un público entregado como fue el de Castellón. Esa noche, la Pantoja fue más Pantoja, frente a un auditorio que la admiraba, Miralles Troncho el primero.

Ella consiguió enamorar el alma de los presentes, poniendo la guinda a una noche de emociones, de silencios, de sentimientos y de lágrimas contenidas, en la antesala de las fiestas fundacionales de la Magdalena.

Su fuerza sobre las tablas fue también la de un personaje que, por una noche más, recuperó la sonrisa con el tributo sincero de la ciudadanía, en un reconocimiento popular de más de 1.000 personas que, al unísono aplaudieron más de 30 años en la brecha.

EN OTRAS OCASIONES No era la primera vez que actuaba en Castellón. El 6 de abril del 2002 llenaba el campo de fútbol de la Vall d´Uixó en unas fiestas de San Vicente aún recordadas musicalmente.

Y en el plano privado, Marina d´Or ha sido testigo de su amor con el exalcalde de Marbella Julián Muñoz en varias ocasiones. La pareja, en sus primeros meses de amor, fueron dos más de los destacados invitados a la boda de la empresaria Raquel Ger con Joaquín Talamantes, el 26 de junio del 2004.