We want more. Con este popular grito terminaban anoche la mayoría de los conciertos del último día del Festival Internacional de Benicàssim. La versión inglesa del español Otra, otra, otra... ya no sonará más en el recinto de conciertos, por lo menos hasta el año que viene, o quizá, en el Festival Arenal Sound de Burriana que el próximo viernes toma el relevo provincial en la celebración de macrofestivales. La cita de la Plana Baixa promete ser un evento para recordar y ha llegado a la provincia para quedarse, como una vez hiciera el FIB hace ya 16 largas temporadas.

Benicàssim se guardaba el plato fuerte del festival para el último día. Gorillaz cerró anoche la cuarta de las grandes actuaciones, en el que era su primer concierto en España. Al cierre de esta edición, miles de fibers se reunían frente al Escenario Verde para disfrutar por primera vez de la famosa banda virtual. Las prisas por conseguir una buena posición vaciaban los otros escenarios.

Hasta ese momento, los 32.000 fibers que predijo la organización intentaron dar el resto en las últimas horas en Benicàssim, aunque muchos no pudieron. El cansancio de una semana a pleno rendimiento hicieron mella para algunos, otros aún conservaban las fuerzas que difundió The Prodigy la noche anterior. La banda más hooligan del FIB 2010 estuvo a la altura de las expectativas.

EL ÚLTIMO ESFUERZO // La ausencia de Lily Allen por segundo año consecutivo marcó una noche en la que muchos fans de la británica no escondían su decepción por su enfermedad. Modificados los horarios por la baja de Allen, los electrónicos Two door cinema club comenzaron a calentar el ambiente de unos fibers que guardaban fuerzas para darlo todo frente a Gorillaz, al igual que la cantautora británica Ellie Goulding que no consiguió enchufar al recinto benicense.

Tuvieron que llegar Foals, a las tablas de FiberFib.com, y el consolidado rapero Dizzee Rascal, al Escenario Verde, el primer artista de este estilo en actuar en el FIB, para levantar las fuerzas del público. Rascal fue venerado por los suyos, pues es un fenómeno de masas en las islas británicas, no tan conocido aquí en España.