Benicàssim El Festival Internacional de Benicàssim tiene muchos rincones en los que pasar un buen rato pero la carpa Silence sorprende a todos. En ella, los decibelios no existen, a no ser que te pongas unos cascos para poder disfrutar de la música, diferente en cada auricular. En el mismo recinto, un fiber puede escuchar la dureza más ‘hooligan’ de The Prodigy mientras que a su lado, su compañera disfruta con la voz melódica de Charlotte Gainsbourg. Todo un espectáculo digno de ver y de vivir. DG