--Sonetos, dramas, musicales, la Pasión... y ahora, se estrena con el Tenorio de Zorrilla, mañana, en el Teatro Principal. ¿Qué significa asumir ese papel tan literario y popular?

--Mucha ilusión, motivación y ganas de aprender. Y sobre todo, representarlo en Castellón, ante tu gente. A nivel teatral, don Juan es lo que más me ha satisfecho y completado ya que es el papel por excelencia del teatro español.

-¿Qué aporta Rafa Lloret al tenorio castellonense?

--Este es un don Juan muy visceral y yo vivo el personaje y aunque no tiene mucho en común conmigo, sí hay ciertos rasgos que compartimos, toda la parte sentimental... en realidad te pones en su lugar.

--¿Cómo cree que va a responder el público castellonense?

--Vienen los que me conocen, me quieren y me ven con buenos ojos. Espero que aprecien el grado de credibilidad que intento dar al personaje y vean en él a don Juan, no a Rafa Lloret.

--¿Y se ve don Juan Tenorio...?

--En ciertas dosis sí que lo consigo. Dar esa credibilidad es muy importante. Intento poner los cinco sentidos en el papel porque, actuar es sentir, es todo un arte.

--¿Cómo ve el cambio del Cristo de la Pasión al conquistador?

--Esa es la razón fundamental por la que actúo. Es donde se encuentra la riqueza del actor, el ser versátil. En la Pasión hay una preparación mística y aquí, es de otra manera. La parte de rabia, odio, celos, hay que buscarla. Es parte de la creación del personaje.

--¿Qué sorpresas habrá?

--Hay un par de peleas con espadas, coreografías y cambios en los personajes. Esperamos que le guste al público. H