La VII Bienal del Arte del Desecho atrajo a más de 3.000 personas al Parque Ribalta, que se convirtió ayer el parque Ribalta en una sala de exposiciones al aire libre ofreciendo actividades complementarias para todas las edades. Un total de nueve obras, seleccionadas entre otras 30 que se habían presentado al concurso de ideas organizado por la fundación Isonomia de la Universitat Jaume I, resaltaron los valores de respeto al medio ambiente y la igualdad entre mujeres y hombres.

Así, más de 100 artistas participaron en la creación in situ de estas obras de arte, utilizando materiales de todo tipo que ya no servían. Entre las expuestas destacó Arco de No-Triunfo, de Pascual Bailón, que representaba sentimientos contrarios a la guerra. En cuanto a las actividades complementarias, hubo bailes, talleres de teatro y de breakdance, así como la participación de asociaciones como La Garrofera, de Benicàssim. Como colofón, el grupo La Quinqui Band puso la nota musical al finalizar el día. H