El guitarrista nulense Pedro Navarro mostró ayer su excepcional calidad interpretativa en el Auditori i Palau de Congressos de Castelló en un recital que superó con creces las expectativas creadas. El propio artista había calificado su comparecencia ante el público de su tierra natal como un “reto”. Y lo consiguió.

Navarro desplegó toda su fuerza con un repertorio de fusiones y ritmos raciales, de temas populares y del más puro flamenco, de habaneras y el Tárrega más clásico y añorado. El concierto, titulado Pedro Navarro Íntimo: Dedos con duende, se convirtió en la expresión más tajante de la búsqueda de su “verdad” como músico.

Y es que, tras triunfar en escenarios australianos, el guitarrista quería ser profeta también en su tierra. Para ello deleitó al público castellonense con una selección de temas escogidos a conciencia, arrancando con el popular Guardame las Vacas, para después proseguir con el tema inconfundible de la copla Ojos Verdes, esa canción de León, Quiroga y Valverde de amor y desamor con el sonido sugerente de las seis cuerdas.

LOS ACORDES // Pero solo era el principio. Los acordes elevaron a la categoría de arte musical otros temas del repertorio: A ti Morante, Habaneras del Albero -del propio Navarro- Asturias y Bulería del Tomatito. Y el concierto siguió su curso, mientras la sala sinfónica del recinto de Lledó se impregnaba del aire inquebrantable de la música en un mosaico colorista de estilos. Sonaron entonces los temas Plazuela, el tropical Tico-tico, el gardeliano tango Volver, la sultana y envolvente Granada y el africano Dar es Salaam.

Como regalo al entregado público, Pedro Navarro ofreció los bises Castellón, homenaje a la capital de la Plana; Aranjuez-Recuerdos de la Alhambra y Entre dos aguas. El guitarrista nulense cumplió y convenció a la perfección. H