La imagen de José Tomás y El Juli juntos saliendo a hombros por la puerta grande de Badajoz es ya historia. Tiempo hacía que los dos no se veían las caras. Ayer rivalizaron en un festejo en el que se vivió la grandeza del toreo, como Gallito y Belmonte hicieran en la Edad de Oro. A estos dos gallos de pelea les necesita la Fiesta. José Tomás solo toreará tres tardes esta temporada; a El Juli le han ninguneado en las grandes ferias. A la afición les sabe a poco verles en contadas ocasiones. Una guerra a las empresas, como en su momento hicieron Palomo y El Cordobés, sería la mejor arma reivindicativa de estos dos figurones que han ascendido la tauromaquia hasta cotas celestiales.

la CITA // La primera corrida de José Tomás de esta más que corta temporada movió cielo y tierra. Colapsa la información taurina con aperturas de informativos en televisión, es portada de los periódicos nacionales, trending topic en Twitter y, según un estudio, su presencia hace que la ciudad de Badajoz genere 3 millones de €.

Vestido de azul rey y oro, con un bordado recargado, su presencia en el paseíllo hizo romper una fuerte ovación entre las 13.000 almas que llenaban la plaza. Rostro serio y responsabilizado. Delgado y enfibrado. El tomasismo militante se batía las palmas solo con verle. Una oreja cortó de su primero en una faena en la que primó el estoicismo. Y otras dos de su segundo, en la que tuvo que echar mano del valor y la técnica para extraer con varita mágica lo poco que tenía el toro. Tres orejas, envueltas entre el fervor del tomasismo, que supieron a bien poco. José Tomás es mucho más.

Amor propio es lo de El Juli. Con una grave luxación de clavícula se enfundó el chispeante para rivalizar con el maestro de Galapagar. Cuatro orejas de gran peso cortó Julián López. Ganadas a ley. Con el valor sereno que le confiere su momento de esplendor. Con la raza de los toros encastados. Con el toreo profundo que caracteriza la tauromaquia de su segunda etapa. Sin duda, El Juli es un torero de época.

Abría cartel un héroe de carne y hueso, Juan José Padilla, que ayer no tuvo el día. Tampoco le ayudaron los toros de Garcigrande y Domingo Hernández que, en general, no dieron buen juego.

Observar a José Tomás y El Juli a hombros fue la imagen que todos queríamos ver. ¡Viva la Fiesta! H