Llega a Castellón con su Espiga de Honor del Festival de Cine de Valladolid bajo el brazo como reconocimiento a toda una carrera actoral de éxito. Optimista, socarrón y, con ese deje de ternura que no deja indiferente a nadie, José Sacristán presenta en la capital de la plana su espectáculo Yo soy Don Quijote de la Mancha, sobre textos de la magistral obra de Cervantes.

--Enhorabuena por el premio. ¿Cómo se siente usted siendo un mito viviente del teatro español?

-Me quedo con lo de viviente. Dejemos lo de mito. Agradezco el premio porque es un reconocimiento del camino andado, pero yo sigo hacia adelante. Tengo todavía muchas cosas por hacer.

--Hablando de caballeros andantes, ¿qué nos ofrece con su ‘Yo soy Don Quijote de la Mancha’?

-El mensaje del Quijote sigue siendo actual. Es una reflexión sobre los valores eternos de la justicia, lealtad, solidaridad. Un montaje que no quiere impartir doctrina. Es teatro dentro dentro del teatro. El Quijote como referente moral y ético, y como personaje entrañable y divertido.

--¿Es necesario ser quijotes en la sociedad actual?

-Ya lo creo. Ojalá tuviéramos los ideales del Quijote. Es lo que nos falta para salir del marasmo en el que nos encontramos. Lo que yo digo, el mensaje de la obra maestra de Cervantes sigue vigente, porque además están pasando ahora las mismas cosas que cuando escribió El Quijote en lo que respecta a corrupción y sinvergonzonería.

--¿Cómo afecta la crisis al teatro? El teatro siempre ha estado en crisis, ¿no?

-Crisis y teatro siempre han estado relacionados. Pero lo que pasa en España con el 21% de IVA cultural no tiene nombre. Puñetero IVA cultural, que reduce el poder adquisitivo, que frena el acceso al teatro. Y, sin embargo, el teatro puede ser una buena terapia para intentar superar la crisis.

--Usted ha estado muchas veces en Castellón. ¿Hay afición al teatro en nuestra ciudad?

-Sí, hay mucha afición al teatro en Castellón. La respuesta de los castellonenses siempre ha sido muy buena cuando yo he actuado. No me puedo quejar. Además, tengo un gran amigo mío que es de Castellón, Juan González Santos. H