El Teatro Principal acoge hoy y mañana dos funciones de una de las obras más aclamadas de la cartelera escénica nacional. El Atlas de geografía humana que Almudena Grandes diseñó en palabras y que es uno de los libros más vendidos en España desde que saliera, allá por 1998, se torna ahora carne de la mano del Centro Dramático Nacional y cuatro actrices de primera división de los escenarios: Arantxa Aranguren, Ana Otero, Rosa Savoini y Ana Labordeta, bajo la dirección de Luis García-Araus.

Labordeta, que no es la primera vez que actúa en Castellón, señala que este Atlas de geografía humana “gustará mucho en Castellón, donde hay una tradición teatral importante”. Ella es la encargada de adentrar al público capitalino en la historia de “cuatro mujeres muy diferentes que viven un punto de inflexión y buscan situarse en su propio atlas, en su propia geografía”.

--El libro sale en los años 90, pero se lleva a escena en el 2012. ¿Sigue vigente?

--Sigue vigentísimo. No me gustaría caer en el tópico, pero los personajes son actuales, no son estereotipos, no tienen un solo color, sino que son personas de carne y hueso, con muchos matices, con conflictos, tristeza, y un humor muy ácido. La obra no defraudará a los que hayan leído el libro, sino que les sorprenderá; y a los que no lo hayan hecho, les atraparán las historias de los cuatro personajes.

--Autora, director y actrices han creado una cooperativa para poder hacer una gira con la obra. ¿Tan mal está la cultura en España?

--A los malos tiempos, impaginación y nuevas fórmulas. Con los recortes en cultura, el Centro Dramático no tenía presupuesto para producir una gira, con lo que nos asociamos nosotros y, entre todos, la llevaremos hasta noviembre por, como siempre se ha dicho, por provincias. En el teatro, se han creado nuevos formatos de sala, de obra, y de espectador. Hay que seguir trabajando para que la cultura no pare, pese a los tiempos. Y el público lo agradece.

--La memoria de su padre, el cantautor y político José Antonio Labordeta; y su apellido, ¿ayudan o pesan?

--Cuando una tiene una cierta edad, es más una nostalgia y una admiración continua que, de adolescente, me marcó. Cuando vivía en Zaragoza y empezaba en esto del teatro, llegué a plantear que no sabía si lo que conseguía lo hacía por mí misma o por quién era. Así que, de bien joven, me marché a Madrid. Y ahí sigo, sin parar de trabajar. Mire, cuando hice Amar en tiempos revueltos, pasó más de un año hasta que cayeron en la cuenta de quién era mi padre.

--Conoce Castellón, ¿qué recomendará a sus compañeras?

--Si tenemos tiempo, recuerdo haber comido un arroz rico, rico en el Puerto. Eso. H