Daniel Ramos volvió a triunfar como ganadero por tercera vez esta temporada con una novillada sin caballos. Ayer logró un notable éxito en la centenaria plaza de toros de Bocairent, en la provincia de Valencia, donde embistieron con nota alta hasta cuatro de los cinco novillos que lidió.

El último de la tarde, fue premiado con la vuelta al ruedo, un reconocimiento que más que galardonar la embestida del eral, fue para premiar un conjunto que desarrolló todas aquellas virtudes que busca el ganadero de Borriol: clase, humillación, acometividad hasta el final y fijeza.

Del quinteto destacaron los tres últimos, siendo el primero de la tarde muy manejable y el segundo menos bueno pero también con buen fondo. Los novilleros no anduvieron acertados con la espada y eso impidió que fuese una tarde triunfal pero lo importante es que pudieron desarrollar sus conocimientos. El novillero de Almassora pero inscrito en la Escuela de Tauromaquia de Valencia, Joan Marín, y que también estuvo en al Escuela taurina de Castellón, se topó con un buen oponente de Daniel

El joven mostró su bisoñez, totalmente comprensible y perdonable en alguien que lleva tan poco tiempo, era su segunda novillada, pero se le adivina cierto regusto a la hora de querer componer y torear. Sigue progresando y eso es lo importante. No manejó bien la espada y perdió algún posible premio.