Danza cromática que se desliza por sendas inundadas de azules, grises azulados, ocres y tierras rojizas», así define Jesús Broch, la nueva obra de Pascual Cándido que podrá admirarse a partir del jueves 18 de enero (19.00 horas) en el NH Mindoro, dentro de su ciclo compARTE, en su decimosexta propuesta artística.

Jesús Broch, comisario de la exposición que lleva por título Escenografías para la mirada, habla de la producción de Cándido como «paisaje sintético, luminosidad y universos, caminando rumbo al infinito». Se trata de un pintor que utiliza principalmente la acuarela como expresión artística haciendo una síntesis de la mejor tradición paisajística con experimentación abstracta.

PROFETAS BONANCIBLES // Volviendo a las palabras de Broch, que desmenuzan la ternura y aliento, la fuerza y suavidad (al mismo tiempo) y los sedosos sentimientos de tenues esbozos de las acuarelas de Cándido, como si fueran profetas bonancibles que murmuran sus soflamas, las obras que presenta en el NH Mindoro el consolidado artista «plasman un concepto identitario desde el barro ancestral a la cerámica pintada a mano». Y es que Cándido concibe el arte «como una carrera de fondo, todo un gesto, un hábitat donde todo nace, donde se revaloriza la dignidad del pintor como una puesta en valor de nuestra esencia», matiza Broch.

Según el comisario de la exposición, en Cándido «la naturaleza se transforma en deseo y la retina discurre entre el pálpito y la clama». «Nuestro personaje sueña y detrás de sus horizontes nos hace soñar aventuras imposibles», añade, como anuncio abismal de una muestra que, a buen seguro, generará emociones, porque el arte, y más si habla de Cándido, atraviesa miradas, corazones y aciertos para envolver en misterio y plenitud una obra selecta y concienzudamente valiente y acelerada, verdaderas escenografías para la mirada. Para la sensibilidad. Para el arte.