Como El Cid ganando batallas después de muerto. Denostado y olvidado, han tenido que pasar 45 años de su fallecimiento para que la obra de Juan Bautista Adsuara sea reconocida en toda su magnitud y calidad artística. Será en València, en una magna exposición que tiene como escenario el Museo San Pío V, con 25 obras —21 esculturas y cuatro dibujos—, que conforman la mayor colección reunida del escultor castellonense en la historia. La muestra también evoca a Carmelo Vicent y a Peresejo, en un homenaje conjunto para dar a conocer a tres artistas vitales.

En el caso de Adsuara, hay que decir que se convirtió en el primer galardonado del Premio Nacional de Escultura en España del 1929, por no hablar de la Primera Medalla de la XVI Bienal de Venecia obtenida en el 1923.

Y es que, en palabras de Jaume Penalba, comisario de la muestra, «Victorio Macho, Capuz y Adsuara son los grandes renovadores de la escultura en España en el siglo XX». «Macho tiene hasta su propio museo, pero ni Capuz ni el castellonense han gozado de un reconocimiento tal y como se merece su obra, excepción hecha de los estudios realizados por Antonio Gascó», por muchos motivos, entre ellos «cuestiones políticas», señala.

«De firmes convicciones republicanas y afín al régimen democrático proclamado el 14 de abril del 1931, con el golpe de Estado de los sublevados y el estallido de la Guerra Civil, su sensibilidad artística se antepone a sus intereses personales y profesionales, desarrollando un importante papel en el salvamento del Tesoro Artístico Nacional», relata.

Pero, es la grandeza de su obra la que perfila un estilo que combina lo artísticamente revolucionario, sin serlo del todo, y lo clásico, en su justa medida, ofreciendo nuevos volúmenes y formas en los que entra el neocubismo, dando valores regeneracionistas a la escultura contemporánea.

Las obras expuestas en el San Pío V proceden del Museu de Belles Arts y Diputación de Castellón, colecciones particulares de Castellón y València, y de la Academia de San Carlos.