'SCOTT' (1967)

The Walker Brothers aún coleaban cuando Scott Walker se estrenó con este despampanante compendio de piezas orquestadas, versiones la mayoría, presumiendo de esplendor vocal. Destacan sus primeros asaltos a Jacques Brel, culminados por el fresco portuario de ‘Amsterdam’.

‘SCOTT 4’ (1969)

Cierre de ciclo con su primer repertorio enteramente propio y una orientación un poco más oscura. Nuevas orquestaciones solemnes, cruzadas ahora con coros siniestros y ambientaciones sutilmente fantasmales. Un Walker que encuentra inspiración en Bergman y en Stalin.

‘TILT’ (1995)

Primer paso en la severa radicalización de Scott Walker tras un silencio discográfico de 12 años. Arquitectura sonora catedralicia, con orquestaciones esquivas, violencia industrial, atención por los graves y una voz angustiada flotando entre sombras expresionistas.

‘THE DRIFT’ (2006)

De la belleza al terror, evocando la ejecución de Mussolini y su esposa en los 12 minutos de ‘Clara’ o recorriendo tragedias como las del 11-S o los Balcanes con guitarras quirúrgicas y un océano de recursos tímbricos. Walker conmovedor en su estética de extremos.