La cantante castellonense Bárbara Breva cerrará mañana sábado la 17ª edición del Festival Internacional de Jazz de Peñíscola. Con un estilo versátil y que prima ante todo la expresión, los matices y la conexión con el público, la intérprete combina la influencia de la tradición con la búsqueda de su propia identidad. Para lograrlo, presenta una propuesta refrescante y ecléctica, que le permita explorar la música desde distintos puntos de vista con el fin de encontrar en ellos un espacio propio.

En su repertorio conviven desde la balada más intima al up-tempo más descarado, sin olvidar la bossa-nova o el blues y los guiños al funk, el soul, el pop, el rock, el latin, el musical, la canción sudamericana o los temas de autor...todo ello salpicado por la constante aventura de la improvisación y la búsqueda de la emoción.

La banda

En esta ocasión, la cantante estará acompañada por una banda formada por cinco músicos valencianos de destacada trayectoria nacional e internacional: Ricardo Belda al piano y Jesús Gimeno a la batería, componentes de su cuarteto desde hace más de doce años, a los que se unirá Rober Molina al bajo eléctrico, Fabian Barraza a la guitarra, y Samuel Parejo a la percusión, vibráfono y teclados. Todos ellos cuentan con una importante carrera musical nacional e internacional.

Su espectáculo es fresco y muy personal. Le gusta versionar grandes clásicos, recuperar canciones antiguas, crear otras nuevas, adaptar letras, cantar a capella cualquier cosa e interactuar con el público, a quien hace partícipe del concierto desde el primer minuto. En este concierto introducirá además algún tema propio, tanto en inglés como en castellano, aspecto que supone una novedad con respecto a anteriores recitales.

La artista afirma que participar en este Festival “es un honor y una responsabilidad. La banda se ha implicado al máximo y les estoy muy agradecida, al igual que a todos los músicos con quienes he tenido la fortuna de compartir escenario por el importante aprendizaje a nivel musical y personal”.

También agradece expresamente su apoyo “al Instituto Valenciano de Cultura, por apostar por la música valenciana en este Festival, y por haber mantenido la programación, a pesar de la difícil circunstancia que estamos viviendo”. En este sentido, indica “sabemos que hay miedo ante el covid-19 y el reciente brote de Peñíscola, pero la sala cuenta con medidas extremas de protección, control de temperatura y separación de asientos para que nadie pueda sentirse incómodo”.

El concierto supondrá el cierre de un festival que ha supuesto un éxito en control y medidas de seguridad, y ha confirmado que la cultura es posible, a pesar de las dificultades sanitarias.

Con una trayectoria muy intensa desde que empezara a cantar en todo tipo de formaciones y estilos, hace poco más de una década, la voz de Bárbara Breva supone una refrescante propuesta dentro del panorama jazzístico nacional.