La prestigiosa y veterana Semana Negra de Gijón --este año celebra su 34ª edición--, ha fijado la atención en Castellón. Más bien lo ha hecho el jurado encargado de escoger entre las novelas publicadas a lo largo del 2020 las mejores en su género. Entregan un galardón para las negras --en tres modalidades--, para las históricas y para las de ciencia ficción y fantasía, el premio Celsius, y es en esta última categoría en la que se ha colado, por méritos propios, la última novela de Pablo Sebastiá Tirado, La tetera de Russell (Reino de Cordelia).

«Me siento muy feliz y agradecido. Ha sido el regalo perfecto para el día del padre», comentaba ayer el autor tras recibir la noticia de que está entre los finalistas, junto a Constelaciones familiares de Ana Llurba, Malasangre de Michelle Roche Rodríguez y Para comerte mejor de Giovanna Rivero.

La escritora Verónica García Peña dice de La tetera de Russell en su blog El jardín del sur, que «este es un libro que todo amante de la buena literatura debería leer. Sorprendente en contenido y forma, es una novela de ciencia ficción que esconde en su interior filosofía, teología, matemáticas, física, metafísica y un sinfín de mundos más, que sin ser uno necesariamente docto en ellos, los entiende y comprende a la perfección. Y lo más importante, los disfruta».

Y es que las impresiones de los lectores son el mejor test para hacerse una idea de la huella que esta historia distópica deja en quien se sumerge en ella. El Blog de Juan Carlos afirma que es «una curiosa, irónica, arriesgada y bastante bien resuelta especulación sobre quién o qué está en el origen de todo», a lo que añade que Pablo Sebastiá «introduce como materia novelesca postulados y planteamientos físico-matemáticos que rara vez hallan cabida en las novelas».

Con eso y con todo «está muy bien desarrollada con giros sorpresivos que dan viveza a la lectura», resume. Similar impresión tuvo tras la lectura Anika entre libros, que asegura que esta obra de ciencia ficción «da mucho que pensar mientras el lector se sumerge en las intrigas de una trama que añade flecos sociales y románticos».

Y estas son solo algunas de las valoraciones que han trascendido de una novela que, como todo lo que hace Sebastiá, no deja indiferente. En esta novela, como en las anteriores, no es que asuma riesgos, simplemente comparte lo que le apasiona, y razonar sobre en qué se convertirá la civilización es una de sus motivaciones.

Antecedentes literarios

Ya demostró que solo hay que pararse a pensar un poco para al menos no negar categóricamente posibilidades que ahora podrían parecer remotas o descabelladas en su anterior obra, Reikiavik, donde logros científicos como la teleportación cobraban un peso inquietante por su fundamentación.

En esta novela que podría alzarse en breve con el Celsius a la mejor novela de ciencia ficción y fantasía publicada en el 2020, Pablo Sebastiá describe una España del año 2079 que se sobrepone de una guerra civil convertida en un referente científico mundial.

Como el mismo escritor ha afirmado en alguna ocasión, ese país que ha imaginado para La tetera de Russell interpretación irónica de una evolución de la España actual que, a su modo de ver, avanza en el sentido contrario al que él preconiza.

Con el último libro de Sebastiá pasa como con todos. Mucho se puede contar sobre lo escrito, pero solo una opción es válida para cada cual, las propias impresiones, y para eso es imprescindible adentrarse en las páginas que han convencido a los encargados de destacar entre el amplio catálogo de publicaciones anual las mejores. Entre todas ellas, para Gijón, La tetera de Russell